Un policía retirado de la Bonaerense, que forma parte de la custodia del domicilio de Verónica Ojeda, en el partido de Ezeiza, fue asaltado por tres motochorros armados, en medio de la feroz tormenta que se desató el pasado 16 de mayo sobre el conurbano.
El agente, identificado como Gustavo D.B., extrajo su arma particular y efectuó 13 disparos, uno de los cuales impactó detrás de la oreja de uno de los atacantes, de 16 años.
Una cámara de seguridad captó el sonido de las detonaciones, mientras los delincuentes escapaban en tres motos, una de ellas, la del custodio. El video encabeza esta nota.
Los dos cómplices del menor lograron huir y permanecieron prófugos durante casi un mes, hasta que en las últimas horas fueron detenidos tras una minuciosa investigación encabezada por la UFI N° 1 de Ezeiza, a cargo de Florecia Belloc y el secretario Federico Ricart.
Fuentes del caso consultadas por Infobae precisaron que el hecho ocurrió sobre la calle Los Talas, entre Los Paraísos y Las Casuarinas, en la localidad de La Unión, cuando la víctima se dirigía a su lugar de trabajo: la vivienda de la ex pareja de Diego Maradona.
Tras recorrer algunas cuadras a bordo de su moto, una Honda GLH 150 color negra con calcomanías y un golpe en el tanque de combustible, Gustavo D.B. fue sorprendido por otras dos motos que aparecieron por su espalda. El primer vehículo, con un ladrón a bordo, le cerró el paso y su conductor le exigió que entregara su moto, mientras que uno de los dos ocupantes que viajaba en el segundo vehículo, sacó un arma de fuego de su cintura.
Ante esta situación, el ex policía de la Bonaerense descendió de su Honda, se alejó unos metros y se identificó como personal policial. Luego, efectuó una ráfaga de disparos para disuadir a los delincuentes con una Bersa TPR 9 calibre .9mm.
Con la moto de la víctima, los delincuentes huyeron a toda velocidad.
Al ser entrevistado por personal policial en el hospital Eurnekian, donde fue internado por la herida de arma de fuego, el menor de 16 años, identificado como L.N.L., intentó desorientar a los investigadores al declarar que él había sido víctima de un robo sobre ruta 205 (del lado de El Jagüel, partido de Esteban Echeverría), en el límite entre El Jagüel y Ezeiza.
Durante su relato, el cual brindó mientras se encontraba en el shock room, el menor contó que regresaba a su casa, cerca de las 4 de la madrugada, cuando fue interceptado por dos motos con dos ocupantes en cada una de ellas.
Aseguró, al mismo tiempo, que logró evitar el robo de su moto, una Keller tipo 110cc color roja, de su madre, y que huyó del lugar. Pero mientras escapaba, los ladrones le habían disparado detrás de la oreja.
La coartada contó con el respaldo de uno de sus hermanos, quien en diálogo con la Policía detalló que L.N.L., al momento del supuesto ataque, vestía una campera color negra y debajo de esta otro abrigo color gris y un pantalón del mismo color. Además, exhibió que en la capucha de ambas camperas había un orificio, correspondiente a un presunto disparo, y supuestas manchas de sangre.
Sin embargo, los investigadores sospecharon que los testimonios de L.N.L. y su hermano eran falsos, tal como lo había denunciado el efectivo retirado tras el robo.
Tras varias semanas de investigación, durante las cuales se analizaron distintos videos filmados por cámaras de seguridad privadas, aportadas por algunos vecinos, como así también las grabaciones captadas por el Centro de Monitoreo Ezeiza, los investigadores lograron corroborar que el menor de edad herido de bala había mentido.
Este lunes, tras casi un mes de investigación, personal de la Policía Bonaerense llevó a cabo dos allanamientos, en los cuales se logró detener a los otros dos sospechosos: A.T.B., de 19 años, y D.M., de 18, quienes fueron imputados por robo agravado.
En tanto, la fiscalía consideró que el policía actuó en legítima defensa y no tomó ningún temperamento respecto a él.
