En la era del skincare, los vídeos de profesionales y amateurs eliminando impurezas de la piel se han vuelto muy populares en las redes sociales. Atraídos por el morbo y la satisfacción visual, miles de personas observan (especialmente por las noches) cómo se le sacan puntos negros y granos a otros desde la pequeña pantalla de su teléfono móvil. Algunos se realizan en clínicas especializadas, con herramientas profesionales y especialistas dando explicaciones del proceso; mientras otros se arrancan a actuar con sus manos desnudas.
Algunos de los más populares involucran a los pequeños poros que aparecen en la punta de la nariz. Estos pueden convertirse en un auténtico comedero de cabeza para aquellos que buscan una piel tersa y limpia a toda costa, pues muchos los confunden con puntos negros y los asocian con suciedad e impurezas. Pero según el dermatólogo Alex Docampo (@alex.docampo.dermatologo), “esos puntos que se ven en la nariz no son puntos negros” y, eliminándolos, podemos estar haciendo daño a nuestra piel.
El especialista médico dedicado a la divulgación en redes sociales ha contado en un reciente vídeo publicado en Instagram que, en realidad, estos puntos son filamentos sebáceos, estructuras naturales de la piel por donde se expulsa la grasa natural para mantenerse hidratada y protegida. A diferencia de los puntos negros, estos tienen un tono gris claro o amarillento, sin brillo y no causan inflamación, aunque pueden obstruirse si la persona tiene una piel grasa y convertirse en puntos negros.
Cómo manejar los filamentos sebáceos
No es necesario eliminar estos puntos de la piel, pero en ocasiones pueden ensuciarse y volverse más visibles, lo que para algunas personas puede ser desagradable. Para controlarlos, se suele acudir a remedios utilizados contra los puntos negros, pero estos no tienen demasiada utilidad, advierte Docampo. «La mayoría de gente se pone una tira en la nariz, la rasca y piensa que ya ha solucionado el problema. Pero en unos días los puntos están otra vez ahí y encima habrás dañado la capa de aceites naturales que protege tu piel», advierte el dermatólogo.
Antes de acudir a las tiras o mascarillas anti puntos negros, Docampo recomienda tres pasos clave para combatir los filamentos sebáceos. El primero es la exfoliación suave en la mañana y la noche, pues “ayuda a eliminar las células muertas y mantener la superficie de la piel limpia sin irritar”. Después, se pueden aplicar ácidos exfoliantes como el ácido salicílico, “ya que tiene una gran afinidad por la grasa, penetra más en el poro y ayuda a disolver el sebo que lo llena”. El paso tres y el “clave” es el uso de retinoides. “Empieza con un retinol suave, como un 0,3%, unas dos o tres noches por semana. Y cuando tu piel se adapta a él, ve aumentando el número de noches de aplicación hasta poder utilizarlo todas las noches”, recomienda el dermatólogo.
El retinol, según Docampo, «acelera la renovación celular y previene que el poro se llene“. Siguiendo esta rutina de tres pasos, dice el especialista en su vídeo, ”el resultado son poros más limpios, menos visibles y sobre todo, una piel más sana”.