Desde que comenzó el programa Kit Digital, impulsado por el Ministerio de Transformación Digital, muchas han sido las pymes que han aprovechado la oportunidad para dar un impulso a sus negocios. Este fue el caso de la empresa de Gerard, pero lo que empezó como una ayuda sin costes terminó en un problema con una empresa tecnológica por un servicio que él no había contratado.
La empresa de Gerard, que cuenta con tres trabajadores, decidió acceder a las ayudas estatales para el pequeño y mediano comercio: “Puedes elegir entre varios servicios, un programa de facturación o que te diseñen la web. Nosotros ya teníamos todo esto y optamos por un portátil”, contó en una entrevista en RAC1. Según el empresario, una vez recibieron el ordenador, siguieron las instrucciones para configurarlo y, en el proceso, instalaron la aplicación GeoGestión, una app para controlar las horas laborales, planificar y seguir la actividad con los clientes ofrecida por Telefónica.
Durante el año que dura el Kit Digital, siguieron trabajando con normalidad sin hacer uso de la aplicación descargada. El problema surgió en enero, cuando la empresa comenzó a recibir facturas de 19,97 euros por este servicio de Movistar. Al tratarse de un importe bajo, no percibieron estas facturas hasta finales de febrero o principios de marzo. Según Gerard, el problema de su caso no era no ser consciente de que se trataba de una suscripción gratuita de un año y que pasado el plazo debían pagar por su uso, sino la dificultad para darse de baja del servicio.
Uno de los primeros escoyos que se encontró la empresa en su intento de dase de baja de GeoGestión fue que no eran clientes de Movistar. “Nos pedían desde qué teléfono cliente llamábamos o el DNI y, claro , nada de eso estaba en sus registros”, explicó. Cuando pudieron contactar con un operador de la empresa, este les dijo que les podían devolver una parte de las facturas abonadas y que presentarían una incidencia, pero el drama de Gerard no terminó ahí.
Después de hablar con el operador los recibos seguían llegando. No fue hasta mayo o junio que otro trabajador de Movistar les explicó que debían solicitar la baja. “No es por el importe. Ni por la dificultad de devolver el recibo, al final, es un clic. Es el desgaste”, dijo el empresario.
Según cuenta Gerard, habían recibido la confirmación de la baja del contrato de este servicio de gestión empresarial, por lo que les sorprendió volver a recibir facturas por el uso de la aplicación. “La última vez nos dijeron que sí , que el servicio se había dado de baja , pero que no sabían por qué se nos seguía cobrando”, se lamentó.
Actualmente, tras ocho meses de llamadas, Gerard y su empresa siguen recibiendo facturas por esta aplicación, pese a tener por escrito que se les había dado de baja el servicio y reconocido por los teleoperadores.
“Sea Telefónica o Gas Natural, tratar con estas grandes compañías es una agonía”, lamentó el empresario. Además, contó que trató de resolver la gestión en una tienda física, pero lo remitieron a la atención telefónica: “Hasta que no puedes hablar con una persona ya te estás diez minutos en el teléfono con una máquina. Luego, 15 o 20 con un teleoperador que trata de hacer la gestión”, concluyó.