
Durante el Último Interglaciar (periodo cálido que tuvo lugar entre hace aproximadamente 130.000 y 115.000 años, llamado así por encontrarse entre las dos últimas glaciaciones), la península Ibérica estaba poblada por una fauna muy rica y diversa: depredadores como lobos primitivos, herbívoros como ciervos rojos o cabras montesas, aves prehistóricas…
Junto a todos ellos, grandes mamíferos dominaban el horizonte del territorio, como los elefantes de colmillos rectos (Palaeoloxodon antiquus), de mayor tamaño que los actuales. Un equipo de investigadores portugueses y españoles ha identificado las primeras huellas fósiles de estos enormes vertebrados en dunas fósiles de Murcia, lo que demostraría la presencia del animal del Pleistoceno en esta zona.
Los resultados del estudio, Nuevos yacimientos de huellas de vertebrados en los últimos depósitos dunares interglaciares de la costa de Murcia (sureste de España). ¿Corredores ecológicos para elefantes en Iberia?, han sido publicados en la revista Quaternary Science Reviews. La investigación, que se centra en reconstruir las rutas de movimientos de la megafauna hace alrededor de 125.000 años, ha sido coordinada por Carlos Neto de Carvalho, del Geology Office of the Municipality of Idanha-a-Nova y la Universidade de Lisboa. Junto a él han trabajado investigadores de la Universidad de Sevilla, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de Granada (IACT-CSIC) y la Universidad de Huelva.

Un rastro de huellas de hace 125.000 años
El proyecto tiene como objetivo cartografiar y describir yacimientos de huellas de vertebrados del Pleistoceno en las costas del sur peninsular. Así, el equipo se desplegó en el litoral de Murcia.
En Torre de Cope, en el municipio de Águilas, los investigadores han hallado un rastro de huellas lineal de un proboscídeo (mamífero con trompa) de una longitud de 2,75 metros. Las huellas, redondeadas y de 40-50 metros de diámetros (lo que evidencia el tamaño del animal), se encuentran en una disposición típica de la marcha cuadrúpeda. Con todo ello, han estimado que dichos fósiles pertenecen a un Palaeoxodon antiquus adulto de unos 2,3 metros de altura a la cadera, más de 30 años de edad y aproximadamente 2,6 toneladas de peso.
Lobos y ciervos: otras huellas halladas
Estas no son las únicas huellas que han encontrado en la zona. El estudio confirma la existencia de cuatro yacimientos de icnofósiles (huellas, marcas o rastros fosilizados): en Torre de Cope, en el municipio de Águilas, y en Calblanque, Monte de las Cenizas y el Parque Natural Regional de Peña del Águila, estos tres últimos yacimientos en Cartagena.
Así, además de las del elefante prehistórico, el equipo ha hallado en Calblanque rastros de un mustélido de tamaño mediano (mamíferos carnívoros como la nutria, el tejón, la comadreja o el armiño, entre otros). El fósil se compone de diez huellas casi circulares dispuestas por parejas, lo que sugeriría un desplazamiento lento cerca de fuentes de agua.
En la misma zona, los investigadores han encontrado una huella aislada de un cánido con marcas de garras, por lo que podría tratarse de un depredador como un lobo. También han identificado huellas bífidas (partidas en dos) compatibles con ciervos rojos, así como un rastro de un équido joven (mamífero herbívoro como caballos o burros).

Con todo ello, los datos respaldarían la hipótesis de que en la costa murciana se encontrarían situados corredores ecológicos para migraciones estacionales. Este territorio, por tanto, podría haber actuado como un refugio climático y vía de desplazamiento para grandes mamíferos como los elefantes.
Además, los autores de la investigación dirigida por Carlos Neto de Carvalho conectan estas rutas con los yacimientos con presencia neandertal, determinando que estas zonas litorales podrían haber sido enclaves importantes para la caza y la subsistencia de estas poblaciones de homínidos.
