Barcelona, 2 jun (EFE).- Un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IDAEA-CSIC) ha detectado la presencia de aditivos asociados al plástico en el 85 % de una muestra de 109 alimentos representativos de la dieta española.
El estudio, publicado en Journal of Hazardous Materials, ha abarcado una amplia gama de productos, tanto en presentación a granel como envasados, ha informado el IDAEA-CSIC en un comunicado.
Los muestras evaluadas han incluido productos infantiles, cereales, lácteos, huevos, pescados, carnes, frutas, verduras, legumbres, dulces, aceites y condimentos, seleccionados según los patrones de consumo en España.
En total se han identificado diferentes tipos de plastificantes, que son aditivos que suavizan los materiales o los hacen más flexibles.
Diversas investigaciones han demostrado la toxicidad de algunos aditivos plásticos, como los ésteres organofosforados, utilizados como retardantes de llama, y los ftalatos, empleados para hacer el plástico más resistente y flexible.
Como respuesta a estas evidencias, la industria alimentaria ha incorporado el uso de nuevos plastificantes, como algunos citratos y adipatos, considerados a priori de menor toxicidad, aunque estudios recientes indican que algunos de estos compuestos alternativos también provocan efectos adversos para la salud a largo plazo.
El estudio ha identificado en concreto 20 plastificantes diferentes en las muestras, de los cuales los alternativos a los ftalatos han sido los más frecuentes; además, ocho de cada diez alimentos han presentado al menos un plastificante.
Los resultados obtenidos han detallado que los niveles totales de plastificantes presentes en los alimentos analizados tienen una concentración media de 61 nanogramos por gramo, aunque han llegado a alcanzar niveles de hasta 22 microgramos por gramo.
El estudio también ha examinado los efectos del proceso de cocción en horno o microondas de productos ya preparados y envasados en contenedores plásticos de polipropileno.
La investigación del IDAEA-CSIC ha evidenciado que calentar alimentos en este tipo de envases puede aumentar la transferencia de plastificantes hasta 50 veces, aunque los niveles han estado dentro de los límites fijados por la Comisión Europea.
Los investigadores también han evaluado los escenarios de exposición para calcular la ingesta media diaria de plastificantes en adultos.
La conclusión es que los valores promedio de ingesta hallados son inferiores a las recomendaciones de la autoridad sanitaria europea.
Para los adultos, la ingesta media diaria total de plastificantes es de 288 nanogramos por kilogramos de peso corporal.
Con esta referencia, los resultados indican que la carne es la principal fuente de exposición de los adultos, con un 59 %, seguida por cereales, legumbres y dulces, con un 20 %.
En los niños, la exposición es considerablemente mayor por su menor peso corporal: una ingesta media diaria total de 2.262 nanogramos por kilogramo de peso en lactantes y 1.155 en niños de uno a tres años.
Aunque en general los valores promedio detectados en los alimentos no superan los límites recomendados, el investigador del IDAEA y autor de estudio, Julio Fernández Arribas, ha señalado que sí existe «un escenario de alta exposición para lactantes y niños pequeños», ya que los valores se superan en dos compuestos, el ftalato DEHP y el organofosforado EHDPP.
“A pesar de que se cumplen las legislaciones vigentes, sería necesaria la implementación de legislaciones más restrictivas para aquellos compuestos cuyos efectos nocivos a determinadas dosis ya se conocen a día de hoy”, ha advertido por su parte la también autora del estudio y directora del IDAEA, Ethel Eljarrat.
Dados los resultados, la investigación del IDAEA-CSIC ha subrayado la importancia de efectuar más investigaciones sobre la presencia de aditivos asociados al plástico en los alimentos, a fin de monitorizar los efectos de estos compuestos, especialmente en los grupos más vulnerables como bebés y niños. EFE