La tasa de desnutrición aguda entre niños pequeños en Gaza se ha multiplicado por casi tres desde que concluyó el alto el fuego a principios de año, cuando la asistencia humanitaria aún circulaba con relativa libertad. Así lo indican datos recopilados por organizaciones humanitarias y publicados por la ONU este jueves.
Un análisis elaborado por el grupo de nutrición —una coalición de agencias de la ONU y organizaciones humanitarias— reveló que alrededor del 5,8% de casi 50.000 niños menores de cinco años evaluados durante la segunda mitad de mayo presentaban signos de desnutrición aguda.
Esa cifra representa un aumento con respecto al 4,7% registrado a principios de mayo y es casi tres veces superior a la de febrero, cuando hubo una pausa en los combates dentro del conflicto que ya lleva 20 meses entre Israel y Hamas. El informe no precisa la tasa exacta de febrero ni cuántos niños fueron examinados entonces.
El análisis también señaló un incremento en los casos de desnutrición aguda grave, una condición potencialmente mortal que debilita el sistema inmunológico de los niños.
Según el informe, varios centros médicos especializados en tratar la desnutrición aguda han cerrado en el norte de Gaza y en Rafah, al sur del enclave, lo que ha dejado a muchos niños sin acceso a tratamientos que podrían salvarles la vida.
Aunque no se explican las causas concretas de los cierres, se sabe que muchos centros de salud han quedado fuera de servicio por falta de suministros, daños durante la guerra o ataques israelíes. Israel alega que Hamas ha utilizado instalaciones médicas con fines militares, acusación que el grupo niega.
Un ministro palestino informó que al menos 29 personas —entre niños y ancianos— murieron por inanición en cuestión de días el mes pasado.
Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este jueves que los profesionales de la salud en Gaza se han visto obligados a donar su propia sangre para salvar a sus pacientes, después de que decenas de palestinos fueran tiroteados mientras intentaban acceder a alimentos.
Este informe surge en medio de una creciente preocupación por las dificultades en la distribución de ayuda en el enclave palestino, especialmente tras varios tiroteos mortales cerca de las operaciones de un nuevo sistema logístico respaldado por Estados Unidos.
Tras el fin de un alto el fuego de dos meses en marzo, Israel mantuvo bloqueado el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza durante 11 semanas, lo que generó una alarma por parte de un organismo global de monitoreo del hambre.
Aunque el bloqueo ha sido levantado parcialmente, Israel sigue controlando todo el suministro que entra a la Franja y acusa a Hamás de apropiarse de parte de la ayuda. El grupo militante lo niega.
(Con información de Reuters)