Juliana Fischer, una niña de 11 años, se ha convertido en una “heroína” en su vecindario, ubicado en el estado de Massachusetts. Cuando escuchó los gritos desesperados de la madre de un niño de 5 años que acababa de caer a un pozo de seis metros de profundidad, no dudó en correr a socorrerle pese a su corta edad.
Según han informado medios como Local 12 o New York Post, Jack Buss se encontraba jugando en el patio de su casa cuando su madre, que estaba cerca, escuchó un fuerte golpe. “Escuché un grito que nunca antes había escuchado de mi hijo”, relató Kathleen Freeman, la madre del menor.
Al buscar a su hijo, se percató de que este había caído en el pozo de agua de su vecino, ubicado entre ambas casas. La instalación estaba asegurada con una tapa, pero esta cedió cuando el niño caminó sobre ella, lo que provocó que se precipitara. Al mirar en su interior, vio que Jack se encontraba de pie sobre un trozo de hormigón y que se había agarrado a un poste; estaba aturdido y no paraba de llamar a su madre.
Kathleen empezó a gritar pidiendo ayuda mientras intentaba mantenerse cerca del pozo para consolar a su hijo. Fue entonces cuando Juliana Fischer, una vecina de 11 años, oyó a la madre: “Escuché estos gritos y alguien diciendo: ‘Llama al 911′“, explicó la joven a Local 12.
La rápida actuación de la niña de 11 años
La niña de 11 años se puso en marcha en cuanto se percató de los gritos desesperados de la madre, que pedía ayuda para sacar cuanto antes a Jack Buss del pozo. Juliana corrió hasta el lugar mientras llamaba al 911 y, tal y como relató Kathleen Freeman al citado medio, agarró una escalera y la situó en el pozo mientras su padre la sostenía.
Rápidamente, la menor descendió por la escalera y consiguió llegar hasta Jack, que pudo salir del pozo con solo algunos rasguños y cardenales. Cuando llegaron los servicios de emergencias, el niño de cinco años ya se encontraba a salvo, así que lo trasladaron a un hospital cercano para revisar sus heridas y certificar que estaba bien.
“Fue muy valiente y le estoy muy agradecida a Juliana”, destaca la madre del menor. “Fue una sensación muy bonita cuando salió del pozo”. Desde el suceso, la niña de 11 años se ha convertido en una heroína en su vecindario, tal y como la familia de Buss no ha dejado de decir a todo el mundo. Sin embargo, Juliana le resta importancia y asegura que lo que hizo no resulta extraordinario: “No lo sé. Cualquiera habría hecho lo mismo”.
Para evitar nuevos incidentes como el que sufrió Jack, que afortunadamente solo tuvo algunos rasguños, los efectivos que acudieron hasta el lugar decidieron asegurar el pozo de otra manera. Sobre la abertura colocaron una pesada placa de metal que se encuentra bloqueada con varias piedras grandes de hormigón; sin embargo, esta es solo una solución provisional a la espera de una más permanente que aumente la seguridad en el vecindario.