MADRID (AFP).- Un niño de dos años murió este martes en Valls, en la provincia catalana de Tarragona, tras permanecer varias horas en un auto estacionado bajo al sol, en medio de la ola de calor que afecta a España, de acuerdo a lo que informó la Policía de España.
Los servicios de emergencia, alertados alrededor de las 15 de que había un niño descompuesto en el interior de un vehículo, no pudieron reanimar al menor, según explicó un portavoz de los Mossos d’Esquadra, la policía catalana.
El diario El País publicó que cuando llegaron los agentes al lugar, el padre había extraído a su hijo del auto y lo había llevado a un espacio con aire acondicionado. Fue ahí que los médicos intentaron reanimarlo, sin éxito.
La temperatura alcanzó los 32°C durante la mañana del martes en Valls, según la agencia meteorológica nacional Aemet.
“Todo apuntaría a una negligencia de parte del padre. Estuvo toda la mañana en el auto, hasta un adulto habría fallecido. En un vehículo cerrado en pleno sol, es imposible que sobreviva”, explicó el portavoz, añadiendo que se abrió una investigación.
El padre, por su parte, recibió asistencia psicológica en el lugar de los hechos debido a la conmoción. El hombre trabaja en la zona industrial donde estaba estacionado el auto. Según su relato inicial, fue a trabajar a las 10 sin percatarse que dejó a su hijo en el interior del vehículo. Sin embargo, debido al shock que presenta, todavía las autoridades no pudieron interrogarlo de manera formal.
Ola de calor en España
España está sumida por estos días en una intensa ola de calor desde hace varios días, con picos que superan los 40°C en muchos puntos y varias temperaturas máximas récord para el mes de junio.
Por otra parte, el sábado fallecieron en el país dos personas que trabajaban en la vía pública, una en Córdoba y otra en Barcelona, probablemente también víctimas de un golpe de calor, circunstancia que está pendiente de confirmación.
En España, país europeo en primera línea del cambio climático, los últimos tres años fueron los más calurosos jamás registrados, con varias olas de calor y récords de temperatura.
Según los científicos, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor y las tormentas, son cada vez más intensos debido al cambio climático.
Por otro lado, se pronosticaron duras temperaturas que alcanzarían los 40 grados en París y que se mantendrían inusualmente altas en Bélgica y Holanda. En contraste, las temperaturas descendían en Portugal, donde no se emitieron advertencias rojas de calor.
Las noches cálidas, en algunos casos con temperaturas cercanas o superiores a los 30 grados, también están estableciendo récords generalizados, incluso en lugares tan al norte como el norte de Alemania.