El hallazgo de una roca fluorescente en la playa de Sainte-Cécile, en la localidad francesa de Camiers, ha generado alarma entre las autoridades locales tras un incidente inusual ocurrido durante una patrulla nocturna. Un gendarme de la localidad recogió el fragmento brillante de la arena, sin sospechar que se trataba de un material altamente peligroso. Al amanecer, mientras desayunaba, la piedra comenzó a arder de forma espontánea, obligándolo a retirarla rápidamente con las manos descubiertas y causándole una leve quemadura.
La investigación posterior permitió identificar el objeto como un trozo de fósforo, un elemento químico que, al entrar en contacto con el aire tras secarse, puede alcanzar de hasta 1.000 grados centígrados, y es muy difícil de sofocar.
Este material, extraído de minas, fue empleado en la fabricación de bombas durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras permanece sumergido o saturado de agua de mar, el fósforo se mantiene inactivo, pero al secarse completamente, como ocurrió varias horas después de su hallazgo, se activa y puede inflamarse de manera repentina. Esto es debido a que las moléculas de oxígeno interactúan rápidamente con los átomos de fósforo debido a la alta reactividad de estos últimos. Esta combinación resulta en la formación de óxidos de fósforo, proceso que libera una cantidad significativa de energía en forma de calor y luz, de ahí la tonalidad fluorescente.
Las autoridades advierten a los bañistas
El capitán Gavois, de la gendarmería de Écuires, explicó que se trata de un hallazgo excepcional en la zona. “Suponemos que se trata de un vestigio de aquella guerra. Es la primera vez que hacemos un descubrimiento de este tipo aquí. Regresamos al lugar, pero no encontramos nada más”, afirmó el oficial.
Ante el riesgo potencial, las autoridades emitieron una alerta tanto a los puestos de primeros auxilios como a través de redes sociales, con el objetivo de advertir a la población sobre el peligro de manipular objetos similares. El mensaje difundido subraya: “La roca era blanca, pero podría ser rosa o de otro color. En cualquier caso, si alguien encuentra una roca fluorescente en la playa por la noche, no debe tocarla, sino llamar a los bomberos”.
El fósforo blanco en la guerra
El fósforo blanco ha sido empleado en numerosos conflictos debido precisamente a sus propiedades químicas. Su rápida ignición al contacto con el oxígeno produce una densa nube blanca que facilita la ocultación de movimientos de tropas o equipo en el campo de batalla.
Al mismo tiempo, el uso ofensivo de este material también ha sido objeto de debate recurrente. Aunque oficialmente se suelen reportar casos en los que su empleo está justificado para despejar zonas fortificadas o forzar la salida de combatientes enemigos de refugios y trincheras, los documentos internacionales advierten sobre los riesgos asociados a daños colaterales cuando se emplea contra la población civil. De hecho, el empleo de esta sustancia contra zonas pobladas es considerado un crimen de guerra.