La Armada española ha iniciado este martes el despliegue del Grupo de Combate Expedicionario Dédalo 25-2, que operará hasta el 7 de julio en aguas del Atlántico y del Mediterráneo occidental y central. Esta maniobra naval, liderada por el Comandante del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, supone una nueva demostración de las capacidades expedicionarias de las Fuerzas Armadas, dentro del marco de la disuasión y defensa colectiva promovido por la OTAN. La princesa Leonor, en el final de de su instrucción militar con la Armada, participará también de este ejercicio a bordo de la fragata Blas de Lezo (F-103)
El núcleo del grupo está formado por el Juan Carlos I, el mayor buque de guerra construido en España, que actúa como portaviones y buque de asalto anfibio. Le acompañan el buque de asalto Galicia, la mencionada Blas de Lez, el buque de aprovisionamiento Cantabria, una Unidad Aérea Embarcada y un Batallón Reforzado de Desembarco perteneciente a la Infantería de Marina. Estas unidades componen una fuerza polivalente capaz de proyectar poder naval desde el mar a tierra.
Durante su despliegue, el Grupo Dédalo llevará a cabo una serie de ejercicios tácticos con participación de unidades de los tres ejércitos, así como maniobras de integración en el Atlántico y durante el cruce del Estrecho de Gibraltar. Entre los días 21 y 23 de junio están previstas escalas operativas en Ceuta y Málaga.
Entre el 23 y el 30 de junio se desarrollarán ejercicios combinados con otras marinas aliadas. En Córcega, se realizarán maniobras anfibias en colaboración con unidades navales de Francia. Asimismo, se prevén prácticas aire-aire, de interdicción aérea y ejercicios en campos de tiro situados en Croacia y Rumanía. Estas actividades tienen como objetivo reforzar la interoperabilidad entre las fuerzas armadas de los países de la OTAN.
Culminación de Sinkex 25
El despliegue del Grupo Dédalo se produce tras la finalización del ejercicio avanzado de lanzamiento de armas Sinkex 25, llevado a cabo los días 15 y 16 de junio. Esta operación ha permitido a la Armada evaluar el funcionamiento de sus sistemas de armas en un entorno realista de alta intensidad. En ella participaron, además de los buques ya mencionados, la fragatas Álvaro de Bazán y Santa María y el submarino S-81 Isaac Peral, además de unidades aéreas y del Ejército del Aire y del Espacio.
En el marco de este adiestramiento, el sumergible, el primero diseñado y construido íntegramente en España, ha realizado lanzamientos de torpedos, contribuyendo al entrenamiento de su dotación y a la validación de sus capacidades operativas. El ejercicio fue diseñado para simular escenarios de combate reales e intensivos, garantizando el uso seguro y eficaz del armamento naval y reforzando la preparación de las unidades participantes.