
Madrid se consolida como uno de los grandes motores económicos de Europa. Y es que la capital española ha escalado hasta el segundo puesto del ranking continental de ciudades con mayor estabilidad económica y atractivo inversor, solo por detrás de Londres.
El estudio, elaborado por PwC y Urban Land Institute (ULI), titulado Tendencias emergentes en inversión inmobiliaria Europa 2025, sitúa a Madrid por delante de París, que cae del podio por primera vez en una década. Además, el informe, analizado por la consultora inmobiliaria Property Partners, atribuye este avance a la combinación de tres factores: el crecimiento sostenido de la economía madrileña, su calidad de vida y unos precios inmobiliarios más competitivos que los de otras capitales europeas.
De mercado emergente a referente en apenas cinco años
El salto de Madrid ha surgido en apenas cinco años, pasando del octavo al segundo puesto del ranking, siendo su mejor resultado hasta la fecha. La ciudad se consolida así como un destino estable y rentable para la inversión inmobiliaria, un sector que vuelve a ganar fuerza tras los años de incertidumbre pospandemia.
El informe destaca que el PIB madrileño crecerá un 2,8% a finales de 2025, dos décimas por encima de la media española. Aunque la economía europea muestra signos de ralentización, la capital española mantiene un dinamismo sostenido gracias a la diversificación de su tejido productivo y a la atracción de talento internacional.
Este clima de estabilidad, unido a un marco fiscal favorable y a la fortaleza de su red de infraestructuras, ha reforzado la confianza de los inversores institucionales y particulares. Los analistas subrayan que Madrid ya no se percibe como un mercado de oportunidad coyuntural, sino como una plaza sólida con margen de crecimiento a medio y largo plazo.
Vivienda cara, pero con recorrido
A pesar de la subida de precios, el mercado inmobiliario madrileño sigue siendo más accesible que el de otras capitales europeas como París, Ámsterdam o Dublín. Los datos de Idealista indican que el precio medio del metro cuadrado en la ciudad alcanzó en agosto los 5.723 euros. Sin embargo, hay mucha diferencia, dependiendo de la zona: desde los 19.000 euros por metro cuadrado en el Paseo de Recoletos, la calle más cara de España, según Tecnitasa, hasta los 3.169 euros en distritos periféricos como Usera.
Y, además de la vivienda residencial, Madrid ofrece un mercado versátil que abarca oficinas, locales comerciales y proyectos de rehabilitación de edificios históricos. Entre las tendencias emergentes destaca el house flipping, es decir, la compra y reforma rápida de inmuebles con el objetivo de venderlos a corto plazo obteniendo plusvalías. Este tipo de operaciones, cada vez más comunes en el centro de la ciudad, reflejan la madurez del mercado y su capacidad de adaptación a nuevos perfiles de inversor.
Latinoamérica apuesta fuerte por la capital
Otro de los fenómenos que refuerzan el papel de Madrid como centro de inversión es el creciente interés del capital latinoamericano. España se ha convertido en la puerta de entrada a Europa para muchos inversores procedentes de México, Chile o Colombia, atraídos por la estabilidad económica, la afinidad cultural y las perspectivas de rentabilidad.
Las cifras respaldan esta tendencia, ya que en 2024 la inversión inmobiliaria procedente de América Latina alcanzó los 523 millones de euros, de los cuales 400 millones se destinaron a proyectos en Madrid. Es decir, más del 75% del capital latinoamericano invertido en el mercado español tuvo como destino la capital.
