El Tribunal de Distrito de Varsovia emitió órdenes de arresto a nivel europeo para dos individuos que, tras ser identificados como Yavheniy Ivanov y Oleksander Kononov, cruzaron la frontera hacia Bielorrusia luego de los actos de sabotaje en la red ferroviaria polaca ocurridos a mediados de noviembre. De acuerdo con la agencia de noticias polaca PAP, ambos sospechosos son señalados de participar en la preparación y ejecución de estos actos, mientras la investigación detectó la implicación de un tercer hombre, Volodimir B., acusado de ayudar en la organización de acciones adicionales contra la infraestructura del tren.
Según publicó la agencia PAP, Ivanov, de 41 años y nacido en Estonia, y Kononov, de 39 años y nacido en Ucrania, lograron huir a Bielorrusia, país que mantiene estrechos lazos con Rusia. Esta huida se produjo después de la explosión de un tren de mercancías en Mika tras la colocación de explosivos bajo uno de los vagones, evento que derivó en daños considerables tanto al propio tren como a las vías. Además, otros incidentes requirieron la atención de las autoridades ferroviarias en la zona de Golab, donde se identificaron elementos metálicos instalados deliberadamente en los carriles, afectando la red de tracción eléctrica.
El medio PAP detalló que, en esta misma semana, la investigación alcanzó a un tercer sospechoso, Volodimir B., que fue formalmente imputado bajo cargos de complicidad. Las autoridades lo acusan de colaborar con Ivanov y Kononov para preparar nuevas acciones relacionadas con actos de sabotaje, extendiendo así el alcance de la investigación y las acciones penales contra una posible red de cooperación.
Según consignó la agencia PAP, las autoridades bielorrusas informaron que mantienen contactos con sus homólogos de Polonia con el objetivo de localizar y, eventualmente, proceder con la extradición de los sospechosos. Mientras tanto, Varsovia apunta de forma directa a Rusia como responsable intelectual del ataque. Funcionarios polacos, citados por PAP, calificaron el sabotaje como un avance en la escala de agresiones que atribuyen a Moscú, señalando que la acción representa lo que consideran como “terrorismo de Estado”.
El acto de sabotaje que activó las pesquisas ocurrió en Mika y afectó un tren de mercancías en tránsito. De acuerdo con la información publicada por PAP, la respuesta inmediata incluyó el cierre temporal de las vías, cortes en el suministro eléctrico y la revisión exhaustiva de todo el trayecto implicado. Simultáneamente, incidentes separados en Golab pusieron en evidencia una estrategia planificada que buscó no sólo dañar físicamente las estructuras, sino también entorpecer el funcionamiento general del transporte ferroviario en una de las rutas claves de la región.
Las órdenes de arresto europeas emitidas por el Tribunal de Distrito de Varsovia refuerzan la coordinación policial internacional y la cooperación entre distintos cuerpos de seguridad del continente. Según información de PAP, el proceso penal se encuentra en curso, mientras las autoridades continúan sumando pruebas y testimonios que vinculan a los tres señalados tanto a la ejecución directa del sabotaje como a una posible planificación de más acciones orientadas a generar disrupciones en la logística de transporte y suministro polaco.
PAP informó que la dimensión política del caso escaló rápidamente, ya que el Gobierno de Polonia no sólo apunta a la influencia de Rusia, sino que también expresa inquietud ante la respuesta bielorrusa, dada la estrecha relación de cooperación que ese país mantiene con Moscú. Este contexto ha motivado pronunciamientos oficiales que insisten en la gravedad del acto y demandan colaboración internacional tanto para localizar a los sospechosos como para evitar la repetición de hechos similares en el futuro.
La investigación, de acuerdo con PAP, busca determinar posibles conexiones entre los sospechosos y redes más amplias involucradas en actos similares que han afectado infraestructuras críticas en otros puntos del país en meses recientes. Fuentes consultadas por la agencia detallaron que se están revisando registros de movimientos fronterizos y comunicaciones, así como materiales incautados en los lugares donde se produjeron la explosión y las intervenciones en los rieles.
El caso, según el medio polaco, contribuye a la percepción de que la seguridad de las infraestructuras estratégicas se ha convertido en uno de los puntos más sensibles del clima político y de seguridad en la región, mientras la cooperación internacional permanece activa para responder al desafío representado por actos deliberados contra el sistema ferroviario y sus implicaciones para la movilidad y el comercio.