SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Después del Modesta Victoria, el Flecha del Plata fue la segunda embarcación más grande en la historia del lago Nahuel Huapi. El recorrido del barco que durante décadas fue un símbolo turístico en la región llegó recientemente a su fin: tras un proceso que comenzó en febrero pasado y que generó diversas polémicas, el Flecha del Plata fue desguazado en el varadero del Parque Nacional Nahuel Huapi.
El buque Flecha del Plata fue incorporado a principios de la década de 1980 por la empresa Alimar para cubrir el trayecto Buenos Aires – Colonia (Uruguay). Como el diseño de la nave no se adaptaba al Río de la Plata, se decidió su traslado a Bariloche. Fue transportado por tierra, en partes, y ensamblado aquí para ser botado al lago. El ingeniero naval Diem Werner estuvo a cargo de la puesta a punto para su función lacustre. El viaje inaugural fue todo un acontecimiento y contó con la asistencia de personalidades de Parques Nacionales, así como funcionarios del gobierno nacional. Con el correr de los años, el barco cubrió todas las rutas turísticas del Nahuel Huapi.
“Me radiqué en Bariloche en 1987 y permanecí en la ciudad hasta 2001. Fueron años muy felices. Como soy marino, me relacioné con las actividades en el lago: conocí este gran barco y sentí el deseo de navegar en él. Por mi experiencia como capitán de ultramar, el por entonces gerente de Alimar me convocó y así comenzó mi relación con este magnífico barco y con toda la gente que fui conociendo y con la que compartimos la actividad náutica”, cuenta Luis Mallea.
A mediados de la década de 1990, el Flecha del Plata –de 33 metros de eslora y 150 toneladas de peso– fue adquirido por Emprendimientos Bariloche, una empresa conformada en los años 80 por distintos empresarios locales para participar de la licitación del puerto San Carlos, inaugurado en 1991. “Recuerdo las complicadas maniobras que había que realizar para entrar a ese puerto cuando había mal tiempo. En una ocasión, fueron periodistas de radio y televisión a ver la entrada del barco en medio de un fuerte temporal con 247 pasajeros a bordo. Durante los 12 años que fui capitán del Flecha del Plata hubo muchas anécdotas que recuerdo con mucho cariño”, agrega el capitán Mallea. La nave fundió los motores en 2000.
Postal
Al igual que Mallea, que lamenta “el triste final” de la embarcación, distintas personas vinculadas con la actividad náutica mostraron su preocupación durante el verano pasado, cuando el barco fue retirado de la isla Victoria, donde estaba inactivo desde 2014. Su estructura oxidada se había convertido en una postal clásica para los turistas que visitaban Puerto Anchorena, en la isla Victoria.
“Tras años de abandono y controversia, la embarcación fue finalmente trasladada desde Isla Victoria para ser desguazada. El Flecha del Plata permanecía abandonado desde 2001, cuando dejó de navegar y quedó varado en Puerto Pañuelo. En 2014, a través de una orden judicial, se gestionó su traslado a Puerto Anchorena, en Isla Victoria. Sin embargo, este traslado no resolvió el problema de fondo, ya que el barco continuó en un estado de abandono a la espera de una decisión sobre su destino final”, indicaban desde Parques Nacionales a principios de febrero pasado.
Según agregaron desde el organismo, vecinos y navegantes de Bariloche habían advertido sobre el riesgo de hundimiento del Flecha del Plata, una situación que finalmente se concretó el 19 de marzo de 2019. Se organizó entonces un operativo conjunto entre la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi y Prefectura Naval Argentina para reflotar la embarcación, con la participación de buzos especializados y personal técnico.
Riesgo
Tras su reflotamiento, el barco permaneció en la isla Victoria, aunque comenzó a representar un riesgo tanto para los visitantes como para el ambiente. “A pesar de la señalización colocada, los visitantes continuaban ingresando y arrojándose desde la embarcación, poniendo en peligro su integridad física. Además del impacto visual negativo que generaba, la embarcación representaba un riesgo ambiental en caso de un nuevo hundimiento. Los materiales y sustancias que aún pudieran quedar en el barco podían contaminar el agua y el ecosistema del lago Nahuel Huapi”, dijeron desde Parques.
Fue por eso que la nueva gestión de la institución decidió que el Flecha del Plata fuera trasladado hacia el varadero del parque Nahuel Huapi, ubicado muy cerca del Centro Cívico. Sin embargo, la maniobra se complicó: el incremento del viento y diversos aspectos técnicos impidieron que la embarcación fuera sacada a seco, provocando su hundimiento de popa. El incidente requirió varias semanas de gestiones adicionales y la elaboración de un nuevo plan de acción para reflotar la embarcación.
“Es falso que el viento complicó la maniobra. El lago estaba calmo cuando los encargados de sacar el barco le dieron el ´recibido´ a la empresa que hizo el remolque. Hubo mucha improvisación en la maniobra”, dijo un capitán de ultramar con vasta experiencia en el lago Nahuel Huapi.
Más allá de la controversia que generaron las últimas semanas del barco entre aquellos que formaron parte de su época de oro, lo cierto es que muchos expertos habían planteado la posibilidad de que el Flecha del Plata fuera reconvertido con fines educativos o culturales, como ha ocurrido con otras embarcaciones para preservar su importancia o singularidad histórica. Múltiples amantes de la historia lacustre de Bariloche celebraron que la nave fuera retirada de la isla Victoria, donde era “víctima de constantes saqueos”. Sin embargo, imaginaban otro final para el Flecha del Plata.
“Es muy triste ver un final así para un barco con 50 años de historia. Descuento que se hayan cumplido formalmente los dificilísimos pasos judiciales para poder darle la ´extrema unción´ a cualquier nave que flote con seguridad. Es una lástima que no pudiese cumplir con sobrevida cualquier otra función técnica operativa, cultural o comercial con tradición histórica. Los argentinos sabemos lo que cuesta disponer de activos, como por caso son los barcos, que llevan para su construcción miles de horas hombre. Ese latir conjuga a la vez cientos de historias concurrentes”, señaló el ingeniero naval Roberto Alonso, quien diseñó el Flecha del Plata.
Por su parte, desde Parques Nacionales destacaron el desguace y retiro total de la embarcación y aseguraron que la acción se enmarcó “en el compromiso de la actual gestión con el ordenamiento integral del Parque Nacional Nahuel Huapi, abarcando aspectos clave de conservación, uso público, gestión, control y fiscalización”.
La historia del Flecha del Plata sobrevive en la memoria de quienes formaron parte de sus tripulaciones y de miles de visitantes que disfrutaron de los paisajes patagónicos a bordo de aquella legendaria embarcación.