Una colonia de crías de murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) ha comenzado a ocupar las cajas-refugio del Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con el objetivo de eliminar plagas de insectos dañinas, según informan la entidad.
El RJB-CSIC instaló estas cajas-refugio en abril de 2024 en varias zonas estratégicas del Jardín con el objetivo de facilitar la eliminación de plagas de insectos dañinas para las personas, como el mosquito del Nilo, así como permitir el asentamiento de poblaciones de distintas especies de este animal en la zona verde del centro de Madrid.
La investigadora, especialista en quirópteros y responsable del proyecto de conservación de murciélagos en el RJB-CSIC Elena Tena ha calificado de «importante» este primer asentamiento detectado, ya que la docena de cajas-refugio se instaló hace poco más de un año y el tiempo en el que los murciélagos acceden a este tipo de instalaciones en zonas urbanas suele ser bastante superior. «Confirmar su ocupación es una gran noticia para la biodiversidad del Jardín», ha señalado Tena.
La colonia instalada es la especie murciélago de Cabrera (‘Pipistrellus pygmaeus’) y el hallazgo incluye un total de veinte murciélagos, nueve hembras reproductoras y once crías. La investigadora explica que «las hembras de murciélago suelen reproducirse una vez al año, con una o dos crías por parto, lo que hace más importante la conservación de estas especies» y ha añadido que «para un seguimiento adecuado de la población, todos los ejemplares adultos y las crías desarrolladas han sido anillados». En este sentido, la próxima revisión está prevista para este otoño, que coincide con su época de celo.
Los murciélagos son especies protegidas por ley y desempeñan «un papel crucial» en el ecosistema como controladores biológicos de plagas, según explica RJB-CSIC. Sin embargo, la escasez de refugios es una de las principales amenazas para estos animales. Por ello, la instalación y el uso de estas cajas-refugio son una medida de conservación vital y ayudan a regular los insectos plaga de la zona.
«El Jardín Botánico y El Retiro integran una importante zona verde que permite a los murciélagos beber en los distintos puntos de agua, ya que son especies que se deshidratan con facilidad al evapotranspirar constantemente por las alas, y alimentarse de los numerosos insectos, muchos de los cuales son plagas o transmiten enfermedades como el mosquito del Nilo o los flebótomos, cuya picadura es el medio de transmisión de la leishmaniasis», afirma Tena.
Algunas especies del género ‘Pipistrellus’ pueden ingerir hasta 3.000 insectos en una sola noche. En términos de biomasa, estos murciélagos pueden comer cada noche un tercio de su peso en insectos y llegar a dos tercios en épocas de máxima actividad como la crianza. RJB-CSIC explica que «es como si una persona de unos sesenta kilos tomara cada noche entre 20 y 40 kilos de alimentos».