
Una comisión del Parlamento de Argentina ha concluido que el presidente Javier Milei y su hermana Karina, como secretaria general de la Presidencia, utilizaron sus cargos para promocionar la criptomoneda $LIBRA, en un caso de «presunta estafa internacional», que causó pérdidas millonarias entre inversores de todo el mundo.
«Constituye un caso de alta gravedad institucional», señala el informe de esta comisión, formada por una quincena de diputados de la oposición, quienes apuntan que Milei «utilizó la investidura presidencial (..) para llevar adelante un hecho que se investiga como una presunta estafa de alcance internacional».
Considera que Milei y su hermana han de responder ante el Congreso porque hay responsabilidades políticas. Al mismo tiempo, han decidido denunciar penalmente al ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; así como al juez Marcelo Martínez de Giorgi y al fiscal Eduardo Taiano, entre otros, por negarse a colaborar.
El informe de 205 páginas ha sido recibido por el oficialismo como parte de «un decálogo de todos los excesos posibles, entre ellos el del autoritarismo». Para el diputado de La Libertad Avanza Nicolás Mayoraz se trata de un «delirio», según recoge el diario argentino ‘La Nación’.
La comisión ha presentado sus conclusiones tres meses después de comenzar a analizar las posibles irregularidades en las que Milei incurrió al patrocinar el 14 de febrero en sus redes sociales el lanzamiento de $LIBRA, una criptomoneda que serviría para «financiar emprendimientos y pequeñas empresas en Argentina».
Después de que su valor se disparara, rápidamente se desplomó, dejando pérdidas millonarias entre un total de 114.410 inversores, según este informe, que estima que las operaciones que se ejecutaron movieron entre 100 y 120 millones de dólares.
El propio Milei borró de sus redes sociales su mensaje de apoyo después de que comenzaran a salir las primeras denuncias y acabó redactando otro desmarcándose del asunto. Para la comisión, aquello fue «una colaboración imprescindible» para que se llevaron a cabo estas operaciones.
«Creemos que hubo ardid y engaño (…) un patrón de estafa muy común en el mundo de las criptomonedas donde hay una alta concentración inicial de ofertas; posteo de una persona pública que hace conocida la existencia de la criptomoneda; la entrada de compradores y luego un retiro de fondos por parte de quienes fondearon la cripto. Automáticamente su valor se desploma y los compradores se quedan sin nada», ha explicado el diputado Óscar Agost Carreño.
