Como todos los días, el 18 de junio Nancy Gómez se despertó a la madrugada. Es la directora de una escuela secundaria rural ubicada en un paraje de 9000 habitantes en la provincia de Tucumán. Para llegar a la escuela, recorre 67 kilómetros de ripio en su Gol modelo 2008. “Conozco cada pozo, cada caballo atado y cada árbol del camino”, dice Nancy, con un cálido y acelerado acento tucumano.
Sin embargo, esa mañana no iba a ser para nada común. Durante el viaje hacia el colegio, su teléfono no paraba de sonar. Tenía decenas de mensajes y pedidos de entrevistas de varios periodistas. Es que ese día, a las tres de la madrugada, T4 Education, una organización con sede en Reino Unido, anunció que la escuela media estatal Gobernador Piedrabuena, su escuela, había sido elegida entre las 10 mejores del mundo en los World Best School Prizes 2025 dentro de la categoría “Colaboración con la Comunidad”.
Nancy, que tiene 55 años, no lo podía creer. Se había postulado hace varios meses para ese premio, uno de los certámenes internacionales más relevantes en el ámbito educativo, pero nunca pensó que lo ganaría.
¿Qué fue lo que distinguió a esta escuela rural por sobre todas las demás escuelas del mundo? ¿En qué se destaca? ¿Qué es lo novedoso? Aunque hace varios días que viene meditando en eso, Nancy piensa y se toma un tiempo para contestar: “Reflexioné mucho sobre esto que nos está pasando, el premio, y creo que una marca distintiva que nos caracteriza es la emoción. La emoción es esa carga que uno le pone a lo que hace y lo vuelve distinto. Educar con emoción y en forma personalizada te hace ver a tus alumnos, captar sus capacidades y mostrarles lo valiosos que son”.
Nancy es maestra rural desde hace 30 años. Comenzó dando clases en una escuelita en la montaña, con solo seis alumnos y a donde llegaba a caballo. Era un aula multigrado y se iluminaban con una vela porque hasta allí no llegaba la energía eléctrica.
El día que se supo que la escuela en la que trabaja hoy está entre las mejores del mundo, varios periodistas y algunos canales de televisión locales fueron a visitar el colegio. Todo el país conoció, por primera vez, la voz y el rostro de esta directora que cambió la historia de su comunidad.
Nadie se aburre
A la escuela van alrededor de 200 estudiantes, la mayoría de familias humildes que trabajan en el campo. El modelo pedagógico que revolucionó el colegio se sustenta en el aprendizaje basado en proyectos, una forma multidisciplinaria de trabajar que aplica los contenidos curriculares a la realidad de los alumnos. “Trabajar por proyectos es responder a las curiosidades de los chicos. Lo que uno sabe se junta con lo que sabe el otro y se complementa”, dice esta docente que confiesa haber sido una estudiante que se aburría mucho en la escuela, que vivía firmando el libro de disciplina y que asistía a gabinetes psicopedagógicos porque “creían que tenía un retraso madurativo”.
“Vos podés trabajar de la manera clásica: timbre y todos adentro; timbre y todos afuera, nos vemos mañana. Pero al trabajar por proyectos, los chicos tienen una planificación, y en el camino van surgiendo motivaciones extras y nos encontramos todos trabajando en torno a esa idea”, añade la directora. Nadie debe aburrirse en la escuela. Aplican los contenidos de las materias a objetivos prácticos, visibles y adecuados a su contexto geográfico y social.
Esta manera de enseñar los contenidos permitió que la escuela tuviera resultados extraordinarios: el 98% de los estudiantes del colegio Gobernador Piedrabuena termina el secundario en tiempo, es decir sin repetir ni abandonar. Es una tasa mucho más alta que la del promedio de Tucumán, donde apenas el 68% de los estudiantes llega al último año del secundario a la edad esperada, o la del país, que se ubica en el 63%, según un informe de Argentinos por la Educación difundido hoy.
Primera generación de egresados
“El resultado que tenemos”, explica Nancy, “es un trabajo muy arduo con la comunidad: ir casa por casa para explicar y convencer a las familias de la importancia de terminar la escuela, de que es importante para su futuro, para que consigan mejores ingresos. Estos chicos son los primeros de su familia en tener el título de secundario. Para sus padres y antepasados, lo normal era terminar el primario y salir a trabajar al campo”, añade. Por este motivo, su modelo educativo fue premiado por la organización T4.
“Después de pasar por este premio, crece significativamente el sentido de pertenencia y el orgullo de la comunidad entera hacia el colegio”, dice Marin Maurette, responsable de Alianzas Estratégicas de T4. Y agrega: “Lo que vimos en esta escuela es que la directora lidera con amor y los liderazgos importan para que los alumnos quieran ir a la escuela y tengan ganas de aprender. Quedó finalista por esto y por el cambio que produjo al estar abierta a la comunidad”.
Las familias aportan a los proyectos de aprendizaje sus saberes en construcción, pintura, jardinería, agricultura y los oficios o conocimientos que dominen. Así crearon una reserva de árboles autóctonos en extinción, un jardín geométrico, un quincho y un observatorio astronómico.
“Un día les propuse a los alumnos investigar la historia del pueblo.”, dice Nancy y agrega: “Era algo que nunca se había hecho y los chicos trajeron objetos de sus casas que abrieron una conversación. Un excombatiente de Malvinas nos donó la bandera que él hizo flamear en las islas y construimos un museo dedicado a esa gesta”, agregó.
Los alumnos de la escuela se encargan de mantener y limpiar la escuela y Nancy está a la par de ellos. “Ella limpia con nosotros”, dice Candela Jiménez, de 16 años, alumna de quinto año. Candela cuenta que sus amigos de otros parajes “se sorprenden por las ganas que todos tenemos de venir a la escuela y que conoce a “la dire” desde chiquita porque su mamá la llevaba mientras terminaba “de grande” su secundario.
La mayoría sigue un carrera
El 70% de los egresados de la escuela Gobernador Piedrabuena sigue estudios terciarios o universitarios y ese resultado también sobresale por encima del 41% de la media nacional, según datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. La mayoría de los jóvenes de esta escuela elige carreras vinculadas a su realidad: docencia, enfermería, tecnología, periodismo, o carreras militares y de seguridad.
Algunos se animan a carreras largas como Agronomía, Medicina o Abogacía, como el caso de Nahuel Urueña, exalumno de la escuela, que hoy tiene 30 años y trabaja en el Juzgado de Paz mientras asiste a la universidad. Es el único que terminó el secundario de sus seis hermanos mayores. “Mi título es un logro para toda la familia”, dice Nano, como lo conocen todos, y agrega: “La escuela es un lugar que nos convoca a todos. Si necesitás algo, sabés que te van a recibir con los brazos abiertos y te van a ayudar”.
Estefanía Salvatierra, alumna de cuarto año, es la menor de siete hermanas. “Todas fueron alumnas de ‘la dire’ y hoy son todas profesionales”. Estefanía quiere seguir la carrera de Bioquímica y le encanta trabajar con proyectos porque así le encontró sentido a todas las materias.
Para que la propuesta educativa pudiese desarrollarse, mucho tuvo que ver la Fundación Cimientos, una organización que desde 2014 acompaña a la escuela con el Programa Futuros Egresados. Cada año, esta ONG otorga becas a 93 alumnos, una ayuda que es financiada por la Fundación Peralta, y ofrece acompañamiento personalizado de tutores (docentes, trabajadores sociales y psicopedagogos) para trabajar las habilidades socioemocionales de los chicos (planificación, organización del tiempo, autonomía) y alentarlos a terminar su escolaridad.
Mercedes Mendez Ribas, su directora ejecutiva, fue quien promovió y alentó a Nancy para que la escuela se presentara en la postulación al premio. “Cada vez que voy a visitarlos, me emociona ver el compromiso de toda la comunidad con la escuela”, dice Mendez Ribas y agrega: “Cada rincón de ese lugar habla de ellos y del liderazgo de Nancy. Estos premios ayudan a visibilizar estos modelos exitosos para que haya más convenios provinciales y se repliquen en todo el país”.
Esta semana, Nancy Gómez está en Buenos Aires. Tuvo una reunión con el secretario de Educación nacional, Carlos Torrendell, quien está interesado en conocer mejor las buenas prácticas de esta escuela rural tucumana. Y el 30 de septiembre, Nancy, la comunidad de Gobernador Piedrabuena y todo el país estarán atentos a los resultados de la votación qué definirá cuál de las 10 escuelas finalistas, entre las que está también un colegio de San Fernando, es la mejor del mundo. Sin embargo, ella se encarga de decir: “Ser nominados ya fue el premio para nosotros”.
Cómo ayudar
La Fundación Cimientos trabaja para favorecer la permanencia y el egreso de la escuela secundaria, mejorar la calidad de la educación e impulsar la continuidad educativa y la inserción laboral de jóvenes que viven en contextos vulnerables.
- Si querés conocer más sobre el trabajo que hace podés entrar a su sitio web.
- Si querés apoyar su trabajo y ayudar a financiar más becas, podés hacerlo desde este link.