Hatice A., tras realizar las entrevistas y la recopilación de la información para su tesis doctoral, se enfrentó a un problema que suele afectar a los estudiantes: ordenar los datos de su investigación y comenzar a redactar. Una vez se aborda la página en blanco, sin embargo, el proceso suele continuar su curso con éxito, pero para la mujer fue demasiado y tomó otra decisión: contratar a un escritor fantasma (persona que redacta un texto para otra, que se atribuye la autoría) para que escribiese la tesis por ella.
Por este trabajo, Hatice A. pagó 16.900 euros: una tarifa fija de 2.500 euros por revisar la literatura y 120 euros por cada página que se completase. El trabajo acabó teniendo un total de 130 páginas y la estudiante abonó la cuantiosa suma en marzo de 2023.
Sin embargo, una vez se dispuso a revisar la tesis que le habían escrito, no quedó satisfecha, según destaca el medio alemán Bild. Por ello, envió múltiples correos electrónicos de queja al escritor fantasma, pero no obtuvo respuesta. Así, decidió presentar una denuncia con el objetivo de recuperar su dinero.
La estudiante podría no recuperar el dinero
“El trabajo es completamente inservible. Mi cliente no pudo usarlo en absoluto”, destacó el abogado de la estudiante de doctorado en el juicio, que se lleva a cabo en el Tribunal Regional de Lüneburg. ”Mi cliente trabajó en la base de datos durante tres años, realizó y analizó 100 entrevistas, pero en el artículo sus resultados se tratan superficialmente“.
Es por este motivo por lo que la mujer reclama ahora el reembolso completo de lo pagado por la tesis doctoral, aunque el abogado del escritor fantasma, que trabaja en una agencia del distrito de Harburg, accede simplemente a la devolución de un máximo de 1.000 a 2.000 euros.
El caso se complica para la estudiante, que ha afirmado que lo que ella habría solicitado sería simplemente que alguien estructurara su extensa investigación, según ha recogido el medio alemán LZ/WA. La jueza Christina Edinger, por su parte, hace hincapié en una posible inmoralidad, alegando que un doctorado goza de un gran prestigio social y que, por tanto, el trabajo para conseguirlo debe redactarlo uno mismo.
El artículo 138 del Código Civil alemán destaca que “un negocio jurídico que viole las buenas costumbres es nulo”, entendido como tal todo aquello que vulnere los valores éticos, sociales y morales reconocidos por la sociedad. En este sentido, pagar a alguien para que escriba una tesis doctoral que en realidad debería haber sido redactada por uno mismo se consideraría inmoral.
De esta manera, al igual que el escritor fantasma no tendría derecho a remuneración, tampoco tendría la obligación de reembolso, puesto que las transferencias de dinero procedentes de transacciones inmorales no podrían reclamarse. “Si ambas partes son conscientes de esta violación de la moral, los beneficios se mantendrán donde llegaron”, asegura la jueza, complicando la situación para la estudiante porque ya habría pagado el dinero.
El veredicto se anunciará el 11 de noviembre, si antes las dos partes no han llegado a un acuerdo. Por su parte, Bild ha señalado que la estudiante, tras 13 semestres preparando su doctorado, ha tomado la decisión de abandonarlo.