WASHINGTON.- Una jueza impidió este viernes que el gobierno de Donald Trump revocara la facultad de la Universidad de Harvard para matricular estudiantes extranjeros, una medida que intensificó los esfuerzos de la Casa Blanca para adaptar las prácticas académicas a las políticas del magnate.
La universidad de la llamada Ivy League había presentado una demanda por la mañana, calificando la prohibición como una represalia inconstitucional por desafiar las exigencias políticas de la Casa Blanca.
En una demanda presentada ante un tribunal federal de Boston, Harvard calificó la revocación como una “flagrante violación” de la Constitución de Estados Unidos y otras leyes federales, y tuvo un “efecto inmediato y devastador” para la universidad y más de 7000 titulares de visas.
“De un plumazo, el gobierno buscó eliminar a una cuarta parte del alumnado de Harvard, estudiantes internacionales que contribuyen significativamente a la universidad y a su misión”, declaró Harvard en su demanda. “Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard”, añadió la institución de 389 años de antigüedad.
“Este es el último acto del gobierno en clara represalia por el ejercicio por parte de Harvard de sus derechos amparados por la Primera Enmienda al rechazar las exigencias del gobierno de controlar la gobernanza, el currículo y la ‘ideología’ de su profesorado y estudiantes”, añadió la universidad.
El presidente de Harvard, Alan Garber, condenó el viernes la “acción ilegal e injustificada” del gobierno estadounidense. “Pone en peligro el futuro de miles de estudiantes y académicos de Harvard y funciona como advertencia para innumerables personas de universidades de todo el país que han venido a Estados Unidos para continuar su educación y cumplir sus sueños”, señaló en un comunicado.
“Acabamos de presentar una denuncia, y luego se presentará una solicitud de orden de restricción temporal”, agregó.
Cerca del mediodía (hora local), la jueza de distrito estadounidense Allison Burroughs, designada por el presidente demócrata Barack Obama, emitió la orden de restricción temporal que congela la decisión de la Casa Blanca.
La presión de Trump sobre Harvard es parte de una campaña más amplia del republicano para obligar a las universidades, bufetes de abogados, medios de comunicación, tribunales y otras instituciones que valoran la independencia de la política partidista a alinearse con su agenda.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ordenó el jueves la cancelación de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio de Harvard, a partir del año académico 2025-2026, lo cual implica que no va a poder matricular a nuevos estudiantes internacionales y que aquellos que están cursando deberán cambiarse a otra universidad. La agencia acusó a Harvard de “fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista Chino”.
Cuestionamientos
La decisión del gobierno de Trump ya tuvo repercusiones globales.
“Es una decisión muy mala. Espero que sea revocada”, declaró la ministra de Investigación alemana, Dorothee Bar, ante los periodistas antes de una reunión de los ministros europeos de Ciencia e Investigación en Bruselas.
La ministra conservadora se declaró “muy preocupada por lo que está ocurriendo en Estados Unidos”.
“La decisión del gobierno estadounidense (…) me entristece profundamente. No es una señal positiva, ni para la generación de jóvenes ni para el mundo libre”, añadió.
Bar afirmó que cada vez más profesores y estudiantes extranjeros solicitan ser acogidos en universidades alemanas. “Notamos un cambio, no solo por parte de estudiantes estadounidenses que quieren venir a nuestro país, sino también de otros países, como China e India, que eligen Europa”, afirmó en una entrevista con la emisora alemana Bayern 2, antes del consejo de ministros de la UE.
Por su parte, el gobierno chino que la medida perjudicará la posición internacional de Estados Unidos.
Los estudiantes chinos constituyen la mayoría de la población estudiantil internacional de la Universidad de Harvard. Según los datos de la universidad, en 2024 se matricularon 6703 estudiantes internacionales en todas sus facultades, de los cuales 1203 provenían de China.
La medida del gobierno de Trump anunciada el jueves fue tendencia en las redes sociales chinas. La emisora estatal CCTV cuestionó si Estados Unidos seguiría siendo un destino principal para los estudiantes extranjeros, señalando que Harvard ya estaba demandando al gobierno estadounidense en los tribunales.
La cooperación educativa con Estados Unidos es mutuamente beneficiosa y China se opone a su politización, manifestó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, en una rueda de prensa diaria en Beijing.
“Las acciones pertinentes por parte de Estados Unidos sólo dañarán su propia imagen y credibilidad internacional”, expresó.
El año pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China protestó porque varios estudiantes chinos habían sido interrogados y enviados de regreso al llegar a los aeropuertos de Estados Unidos.
Agencias AP y Reuters