Una pareja originaria de la región de Ploërmel, en el departamento de Morbihan (Bretaña, Francia), compareció recientemente ante el Tribunal Penal de Vannes acusada de privación de cuidados y alimentos hacia su hijo de apenas ocho años. El menor, que padece una afección neuromuscular, presentaba un peso alarmantemente bajo: tan solo 14,4 kilogramos, cuando la media para un niño de su edad se sitúa entre 25 y 26 kilos, según estándares de salud infantil recogidos por la Haute Autorité de Santé (HAS).
Los hechos han salido a la luz este mismo mes de septiembre, cuando el niño fue evaluado médicamente y su estado físico encendió todas las alarmas. En el transcurso del año 2023, los padres faltaron a 12 de las 16 citas médicas programadas como parte del seguimiento especializado para su enfermedad. Esta falta de adherencia al tratamiento generó una rápida degradación del estado de salud del menor, que además presentaba retraso psicomotor y dificultades de aprendizaje.
Un seguimiento médico gravemente interrumpido
El tribunal escuchó que el menor no acudió al médico entre los 4 y los 29 meses de vida, una etapa clave en el desarrollo físico y cognitivo de cualquier niño. Durante este tiempo, tampoco recibió los tratamientos que los especialistas habían prescrito, incluyendo el uso de órtesis, suplementos alimenticios específicos y laxantes necesarios para su cuadro clínico.
Para justificar sus ausencias, los padres aportaron excusas falsas y contradictorias. Entre ellas, mencionaron el fallecimiento de una abuela y supuestos problemas de conectividad provocados por el robo de cables telefónicos en su localidad. El tribunal constató que no se aportaron pruebas verificables sobre estos hechos.
“Creo que tenía miedo de todas estas citas; era la primera vez que me pasaba”, explicó la madre ante el tribunal, entre lágrimas. Aseguró ser consciente de sus errores: “Soy consciente de que he cometido errores y que hoy no los volveré a cometer”. Por su parte, el padre también intentó defender su papel en el cuidado del niño: “Aunque no lo esperábamos de inmediato, amamos a nuestro hijo”, declaró.
El fiscal pide retirada de la patria potestad
Durante la audiencia, el fiscal solicitó 18 meses de prisión condicional para ambos progenitores, además de la retirada total de la patria potestad, una medida contemplada en el Código Civil francés en casos de negligencia grave, cuando se pone en peligro el desarrollo físico y emocional del menor.
“Normalmente, un niño de 8 años debería pesar entre 25 y 26 kilos,” recordó el fiscal, subrayando que este no era solo un caso de pobreza o desinformación, sino de falta de responsabilidad parental continuada, pese a la gravedad de la enfermedad del niño.
Organismos como La Défenseure des droits, que vela por los derechos de la infancia en Francia, recuerdan que el acceso a la salud es un derecho fundamental de todos los menores, y su privación puede ser considerada maltrato pasivo o incluso abandono, dependiendo del contexto.
Este caso ha generado conmoción en la región, donde se intensifican los llamados a reforzar el seguimiento de menores vulnerables y a sensibilizar sobre los riesgos de la negligencia médica dentro del entorno familiar.