Después de que el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, dijera que continuará con el cierre y reestructuración de organismos públicos, donde ejemplificó que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria(INTA) “gasta la mitad de las retenciones del maíz” y dejó entrever que no se sabe qué hace, desde el organismo recordaron su rol estratégico. Los trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) también advirtieron sobre la transformación del organismo.
“La transformación suma”: un estudio académico plantea cómo crear 20.000 nuevos empleos con el maíz
En una carta abierta, Héctor Ferrario, quien trabaja en el área de articulación institucional de la Dirección Nacional Asistente de Extensión Rural y Transferencia Tecnológica del INTA, respondió con dureza y datos. En el texto defendió el trabajo de los 6300 integrantes del instituto. La carta se da en un momento donde el gobierno nacional busca avanzar con reformas.
La polémica se desató tras una entrevista en la que Sturzenegger cuestionó el rol del INTA, preguntando retóricamente: “¿Qué hace el INTA?”.
“El kirchnerismo hizo crecer tanto al Estado, con un montón de organismos que se llaman descentralizados, como la Anmat y el INTA. El organismo descentralizado puede cobrar, y cuando puede cobrar es una caja. Es una manera de crear una repartición del Estado con una caja, porque si sos parte de la administración pública no cobrás.Y si sos un organismo descentralizado tenés la potestad de cobrar. Esos organismos, a su vez, al poder hacer caja empezaron a crear trámites para cobrar, y generar caja para recaudar. Lo que vamos a hacer es volver esos organismos a la administración central”, sostuvo.
Consultado por el periodista de LN+ Esteban Trebucq sobre si el INTI y el INTA van a fusionarse, dijo que no, pero anticipó que van a ser reformulados. “El INTA gasta la mitad de las retenciones del maíz. El presupuesto del INTA es el equivalente a la mitad de las retenciones del maíz: tiene 6000 personas, 3000 vehículos y necesita un rediseño integral para ordenarlo”, afirmó.
A partir de esto, en la carta Ferrario sostiene que el INTA, con casi 70 años de vida, ha estado siempre al lado del sector agropecuario, agroalimentario y agrobioindustrial, brindando información, conocimiento y tecnología a través de la investigación, el desarrollo tecnológico y la extensión rural.
“Tenemos un Plan Estratégico Institucional 2015-2030. A partir de allí se elaboran Planes de Mediano Plazo, que se ajustan según el contexto. Actualmente, se está evaluando el anterior y se elabora el correspondiente a este quinquenio. Todo este proceso se concreta en una cartera de programas y proyectos. La gobernanza del INTA es público-privada, lo que significa que las entidades del sector productivo definen, junto con el gobierno y la comunidad científica, las líneas tecnológicas a implementar. No como se pretende ahora, subordinando el organismo al poder político de turno», lanzó.
Sostuvo que el INTA, como organismo de ciencia y técnica, tiene anclaje territorial en todo el país, con 350 nodos de presencia federal a través de Centros Regionales, Estaciones Experimentales y Agencias de Extensión Rural. Además, cuenta con 6 Centros de Investigación y 22 Institutos. Resaltó que, según el Censo Nacional Agropecuario (CNA) 2018, en el país hay cerca de 250.000 explotaciones agropecuarias, de las cuales el 64% corresponde a la agricultura familiar. “Ese es el campo que alimenta, que defiende el ambiente, genera trabajo, arraigo rural y soberanía alimentaria”, precisó.
Entre líneas de desarrollo del INTA, entre algunos puntos, enumeró el silobolsa, en INTA Manfredi, utilizado en todo el país y exportado a varios países del Cono Sur y la vacuna oleosa contra la fiebre aftosa, innovación fundamental en el control sanitario y desarrollo ganadero. También tecnologías para cosecha mecánica como la cañera, la cosechadora de algodón, y la máquina pasteurizadora y ensachetadora de leche para pequeños productores. Remates de ganado para pequeños productores iniciados en Corrientes, con referencia de precios y mejora de ingresos. Cursos de formación técnica, como el de profesional tambero en Santa Fe o el de maquinaria vitivinícola en Cuyo. El proyecto Tomate 2000 en Cuyo: cadena integrada entre productores, tecnología e industria, triplicando los rendimientos.
Seguido, fustigó: “Si lo desea, le puedo acercar un folleto con los 100 logros del INTA para que sus equipos técnicos se informen antes de emitir nuevas declaraciones públicas. Sé que usted desprecia al empleado público. Por eso, le propongo que corrobore lo dicho con cualquier productor o funcionario provincial o municipal del país. Ni siquiera es necesario citar aquí la valoración que la comunidad científica internacional tiene sobre el INTA, aunque usted debería sentirse orgulloso de este organismo. Pero quizás —y perdóneme la franqueza— sea pedirle peras al olmo“, apuntó.
Ferrario señaló que Sturzenegger relata haber echado a 47.000 empleados para ahorrar US$2000 millones, pero omite, indicó, que este año se pagarán más de US$21.000 millones en deuda externa, incluidos 3100 millones al FMI. “Esa deuda no fue originada por esos empleados que usted echó. Tampoco están claros los resultados de ese endeudamiento. Usted debería saberlo: fue parte del equipo que conducía la economía en 2001, cuando todo voló por los aires, y también protagonista del endeudamiento de 2018. Como funcionario, con su trayectoria, le recomendaría más humildad al referirse al sector público y a quienes trabajamos en él con compromiso y dignidad″, sostuvo.
El caso del INTI
Por otro lado, trabajadores del INTI enviaron un documento al Consejo Directivo de ese organismo, al secretario de Industria y Comercio, Esteban Marzorati y el secretario de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía, Pablo Lavigne, en donde expresaron su fuerte rechazo ante la posibilidad de que el organismo pierda su carácter de entidad descentralizada.
En la carta, que firmaron gerentes y autoridades del organismo, advirtieron que este cambio implicaría la “pérdida de personería jurídica y de autonomía administrativa, financiera y patrimonial, elementos fundamentales para su funcionamiento y su misión institucional». Según indicaron, de avanzar esta modificación, el INTI se vería imposibilitado de ofrecer servicios clave como certificaciones, transferencia tecnológica, asistencia técnica y protección de propiedad intelectual.
“Los firmantes también alertaron que la centralización de su presupuesto lo sometería a un sistema burocrático que limitaría su capacidad de respuesta ante las necesidades del sector industrial. Además, los fondos externos, tanto nacionales como internacionales, quedarían sujetos a mecanismos incompatibles con los plazos y exigencias de los organismos financiadores, afectando incluso la adquisición de insumos críticos para los laboratorios”, según dijeron.
Finalmente, los trabajadores del INTI advirtieron que esta transformación no es una simple reestructuración administrativa, sino un “retroceso” que pondría en riesgo una herramienta esencial para la política industrial del país. “Significaría la pérdida de una herramienta técnica y operativa, clave para el desarrollo productivo nacional”, resumieron.