Enrique Piñeyro estaba a unos 400 metros de la pista del Aeropuerto Internacional de Ezeiza al comando de un Boeing 787 cuando su visión fue alterada por un láser color verde que apuntaba desde tierra.
El piloto y empresario, según contó a LA NACION, sufrió episodios similares en otras oportunidades. Advirtió que lo que algunos consideran una broma puede representar un serio riesgo para la seguridad aérea. Otros comandantes coincidieron: el uso de láseres contra aeronaves es frecuente y los dispositivos se consiguen fácilmente.
A raíz de la denuncia de Piñeyro, pilotos de distintos aeropuertos del país señalaron que los aviones suelen ser apuntados con láseres durante la maniobra de aterrizaje. Desde la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) aseguraron que se trata de un “suceso habitual” y que, en la mayoría de los casos, se utilizan láseres astronómicos, productos económicos y de libre acceso.
Aterrizando en Ezeiza nos apuntaron -una vez más- directo a la cabina con un láser.
Es un pasatiempo peligroso.
La solución del problema es policial, no aeronáutica.
En la mayoría de los países se acciona penalmente. Es hora de que las fuerzas de seguridad se ocupen del problema. pic.twitter.com/Mjbc2AjoVu— Enrique Piñeyro (@epineyro_ok) October 20, 2025
“Hay muchos eventos de este tipo que son de muy difícil detección, pero es necesaria una concientización de los ciudadanos porque esto es muy riesgoso. Este tipo de prácticas puede ser un chiste para la gente en tierra, pero para los que estamos volando implica un riesgo para el vuelo y para la salud”, manifestaron desde APLA.
El gremio señaló además que es “muy difícil” para la autoridad aeronáutica determinar el origen del rayo y que, si se presenta una denuncia formal, el hecho podría derivar en una causa penal.
Un láser puntero astronómico tiene una luz verde muy potente y es utilizado por los astrónomos como herramienta de enseñanza para señalizar objetos del cielo nocturno. En Internet puede conseguirse a un precio muy económico: desde $10.000 hasta $24.000.
Qué dicen las autoridades
Según pudo saber LA NACION por fuentes cercanas a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), ningún piloto presentó hasta el momento una denuncia formal que habilite una investigación. Advirtieron, no obstante, que el problema es recurrente y que el láser proviene siempre de la misma zona: el municipio de La Matanza, limítrofe con Ezeiza.
Creen, además, que podría tratarse de una broma más que de un intento deliberado de interferir en un vuelo. “Es extremadamente difícil geolocalizar con certeza el punto de origen del láser, debido a la ausencia de un patrón determinado”, explicaron desde la PSA.
En enero del año pasado se dio un caso similar, pero en el Aeropuerto de Córdoba. En esa ocasión, el piloto de Aerolíneas Argentinas se aproximaba para aterrizar en la capital provincial cuando un poderoso láser verde lo apuntaba desde la ciudad.
“Es extremadamente difícil geolocalizar con certeza el punto de origen del láser, debido a la ausencia de un patrón determinado”, señalaron fuentes ligadas a la PSA. En caso de que se radique una denuncia formal, el episodio sería catalogado como una “interferencia ilícita” y se abriría una investigación.
La legislación
En la Argentina no existe una sanción específica por el uso de láseres, salvo que se demuestre que pusieron en riesgo la seguridad de una aeronave. Tampoco hay un registro público de estos incidentes, que en su mayoría son menores.
Esta práctica puede dañar la visión de los pilotos y entorpecer el aterrizaje. Tanto Piñeyro como otros profesionales piden que se apliquen sanciones penales a quienes apunten con láseres a los aviones.
En Estados Unidos, la Administración Federal de Aviación (FAA) registró el año pasado más de 13.000 denuncias por interferencia con láser verde durante vuelos, número que va en aumento de manera exponencial desde 2021. Esto está penado por la ley y el autor del delito puede ser condenado a prisión, dependiendo de la gravedad del incidente; también existen multas de hasta US$11.000.
Para esos casos en la Argentina, Piñeyro reclamó la aplicación del artículo 190 del Código Penal, que prevé penas de dos a ocho años de prisión para quien ponga en peligro la seguridad de una aeronave y hasta 25 años si el hecho causa un accidente. No obstante, hasta el momento no se registran antecedentes de condenas por este tipo de hechos.