El Gobierno de Venezuela ha «condenado y rechazado» este jueves la decisión de la Administración de Donald Trump de limitar la entrada de ciudadanos venezolanos a Estados Unidos, en el marco de una medida que afecta a personas de una veintena de países y tiene lugar tras el atentado terrorista en Colorado.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha denunciado «una nueva operación de odio y estigmatización contra su pueblo por parte del Gobierno de Estados Unidos» a través de «un nuevo ataque que restringe la emisión y validez de visados para ciudadanos venezolanos, sin justificación alguna y con evidentes fines políticos y de amedrentamiento».
Gil ha considerado que «esta operación ha sido impulsada» por el secretario de Estado, Marco Rubio, a quien ha calificado de «funcionario marcado por su conocido odio hacia el pueblo venezolano, que ha hecho de la agresión sistemática su política exterior, contando con el respaldo de la ultraderecha venezolana».
En nombre del Gobierno venezolano, ha reiterado su «compromiso indeclinable con la defensa de los derechos e intereses de los venezolanos en cualquier parte del mundo y, ante esta nueva ola de agresiones, reafirma la alerta máxima de viaje a Estados Unidos (…) advirtiendo que ese país no garantiza las condiciones mínimas de respeto, trato digno ni legalidad para nuestros ciudadanos».
«Lo ocurrido no es un hecho aislado, sino una nueva demostración del odio visceral contra el pueblo venezolano, que anima a quienes hoy conducen la política exterior de Washington», reza un comunicado publicado en su canal de Telegram.
Trump firmó en la víspera una proclamación que prohíbe la entrada al país norteamericano de ciudadanos de doce países, incluyendo Haití o Irán, y que restringe la visita de personas procedentes de otros siete, como Venezuela o Cuba, a partir del 9 de junio, si bien el inquilino de la Casa Blanca no descarta modificar la lista «a medida que surjan amenazas en todo el mundo».
