El cierre temporal de los puentes internacionales entre Venezuela y Colombia, ordenado este jueves por el presidente Nicolás Maduro, marcó una nueva fase de tensión en la región.
En el Plan Independencia 200, el gobierno totalitario venezolano desplegó un operativo militar de gran escala, con la militarización de la frontera y un endurecimiento de los controles, en respuesta a la reciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, según lo dio a conocer La FM.
Ahora puede seguirnos en Facebooky en nuestro WhatsApp Channel
La medida, que afectó la movilidad de miles de personas, se revirtió horas después con la reapertura de los pasos fronterizos, pero dejó en evidencia el clima de incertidumbre y alerta en la zona limítrofe.
El Plan Independencia 200, anunciado por Maduro en un acto transmitido desde Ciudad Caribia, contempla la activación de 284 frentes de batalla a lo largo y ancho del país.
El mandatario, acompañado por el ministro de Defensa Vladimir Padrino López y la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, detalló que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), la Milicia Nacional Bolivariana y cuerpos combatientes de la milicia participan en la operación.
“Estamos activando en este momento de norte a sur, de este a oeste, desde todas las costas del Caribe venezolano, desde la frontera con Colombia, desde los Andes, desde el oriente del país y el sur, estamos activando 284 frentes de batalla”, afirmó Maduro, según recogió Diario El Comercio, de Perú.
Maduro explicó que la iniciativa dentro de la doctrina de defensa integral y resistencia activa, e instó a consolidar posiciones y garantizar que las costas permanezcan “libres de imperialistas, de invasores y de grupos de violencia”.
Además, evocó las gestas históricas de la independencia venezolana como inspiración para la defensa de la soberanía.
La decisión de cerrar los puentes internacionales, entre ellos el Simón Bolívar y el Francisco de Paula Santander, sorprendió a la población fronteriza durante la mañana del jueves.
De acuerdo con Diario la Opinión, la medida se implementó mientras se desarrollaban los ejercicios militares y se mantuvo durante aproximadamente tres horas. Durante ese lapso, ni vehículos ni peatones pudieron cruzar, lo que generó largas filas y retrasos en ambos lados de la frontera. Posteriormente, las autoridades reabrieron los pasos, aunque el ambiente de control y vigilancia se mantuvo.
Testimonios recogidos por La FM dan cuenta de la presencia de efectivos militares en las inmediaciones de los puentes y de controles estrictos por parte de la guardia venezolana, que revisaba a quienes intentaban ingresar o salir del país.
La militarización de la frontera se intensificó con la llegada de 12.000 efectivos a San Antonio, en el estado Táchira, según informó La FM.
Esta acción, que forma parte de las medidas anunciadas previamente por el gobierno venezolano, incluyó el refuerzo de la presencia militar en los principales puntos de cruce y en el aeropuerto de Táchira, donde se reportaron retrasos en los vuelos programados desde primeras horas de la mañana.
Habitantes y familiares de la zona relataron dificultades para desplazarse debido a los controles, mientras que en regiones como Catatumbo se incrementó la presencia de la guardia y la policía venezolana.
En esa área, los enfrentamientos entre grupos armados como el ELN y disidencias de las Farc han sido recurrentes desde enero, lo que añade un elemento de complejidad a la situación de seguridad.
Tensión con Estados Unidos y declaraciones oficiales
El trasfondo de estas acciones se encuentra en la creciente tensión entre Caracas y Washington. La reciente movilización de ocho barcos militares estadounidenses con misiles y un submarino de propulsión nuclear en el Caribe, junto con el envío de diez aviones de combate F-35 a Puerto Rico, ha sido interpretada por el gobierno venezolano como una amenaza directa.
El presidente Donald Trump ha acusado a Maduro de liderar el denominado “Cártel de los Soles”, una organización señalada por Estados Unidos como vinculada al narcotráfico y catalogada como terrorista. Estas acusaciones han servido de justificación para el despliegue militar estadounidense en la región y para el aumento de la recompensa por información que conduzca a la captura del líder venezolano, que ahora asciende a USD 50 millones, según reportó Diario El Comercio.
En declaraciones recogidas por La FM, Cabello recordó que la movilización de tropas en la frontera no es nueva, ya que en meses anteriores se anunció el despliegue inicial de 15.000 efectivos, cifra que luego se elevó a 25.000, especialmente en los estados Zulia y Táchira.
El funcionario subrayó que el país está preparado para una confrontación de larga duración y que las acciones actuales forman parte de una estrategia de defensa ante las amenazas externas.