“Dejad de autoengañaros. No le habéis hecho un favor a vuestra empleada del hogar”, ha afirmado contundentemente el abogado laboralista Víctor Arpa en un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@abogadovictorarpa). Con este mensaje, Arpa ha puesto en tela de juicio la actitud de muchos empleadores del servicio doméstico en España, a quienes acusa de justificar situaciones laborales irregulares bajo la idea de que están “ayudando”, pero parece que olvidan que las trabajadoras tienen sus derechos salariales y de descanso protegidos por la ley.
Arpa denuncia que existe una percepción muy extendida en la que algunos empleadores aseguran que han hecho un favor a su trabajadora del hogar por “proporcionarle casa y comida”: “Muchas veces, lo primero que me dicen es: ‘le dimos de comer, le dimos una casa, le hicimos un favor’. No, perdón. Aquí nadie trabaja por un favor. Todos trabajamos para cobrar un salario a final de mes”, afirma tajante el abogado.
Para el jurista, conocedor de la ley, la realidad es bien distinta, y considera que son las empleadas -especialmente quienes trabajan sin contrato o en situación irregular– quienes terminan perjudicadas. “El favor os lo ha hecho la empleada del hogar, que trabajó sin papeles, que aceptó menos salario del que correspondía por no conocer sus derechos y sin cotizar a la Seguridad Social”.
Derechos laborales de las empleadas del hogar
Lejos de la narrativa de la generosidad, defendida por muchos, Víctor Arpa subraya que ese “hogar” proporcionado a la empleada responde normalmente al deseo del empleador de tener a una trabajadora interna, disponible “de sol a sol, trabajando sin descanso para ahorraros pagar una residencia”. La crítica, contundente, va acompañada de datos que, según Arpa, con frecuencia se desconocen o deliberadamente se ignoran.
El letrado recuerda que la ley es clara respecto a los derechos laborales de las empleadas del hogar: “El salario mínimo de la empleada del hogar es 1.381,33 euros al mes. Tiene treinta días de vacaciones al año, dos horas de descanso al mediodía, un día y medio de descanso y el fin de semana”.
En este sentido, Arpa interpela directamente a quienes contratan estos servicios, planteando una comparación: “Me gustaría veros a vosotros en vuestro trabajo si vuestro jefe os pagara menos porque os da de comer en el comedor de empresa y os dijera que eso ya es un favor. ¿Lo aceptaríais? Claro que no”.
Obligatoriedad y derechos, no favores
El abogado insiste en que respetar la legislación laboral no es una muestra de buena voluntad, sino una exigencia legal: “Cumplir la ley no es un favor, es una obligación”, subraya.
Por otra parte, Arpa anima a las trabajadoras internas que se encuentran en situación irregular a no dejarse convencer por argumentos paternalistas: “Si el empleador os dice que os ha hecho un favor, no os ha hecho ningún favor. Que se respeten vuestros derechos, que son una obligación y no un favor, recordadlo”.
En definitiva, el mensaje de Víctor Arpa, destaca la importancia de la correcta regularización y el reconocimiento de los derechos de las empleadas del hogar, una asignatura aún pendiente en nuestro país.