La investigación sobre la muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay lleva a nuevos cuestionamientos sobre las decisiones que se tomaron respecto a su protección en los últimos meses antes del atentado, mientras se encontraba en campaña y era ya oficialmente candidato a la presidencia en octubre de 2024.
Víctor Mosquera, apoderado de la familia, aseguró, en conversaciones con El Tiempo que “hicimos más de 23 solicitudes de reforzamiento de protección. No se tuvo en cuenta que en octubre (de 2024) ya era candidato a la Presidencia y, por lo tanto, se le debían mejorar sus condiciones de seguridad. Esto es muy grave, porque hay que investigar si fue por omisión que sucedieron estos hechos”.
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Con estas palabras, el abogado reforzó su denuncia penal contra Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), y subrayó la preocupación de la familia en torno a la actuación de los responsables del esquema de custodia.
Según información revelada por el medio mencionado, el atentado contra Uribe Turbay tuvo lugar el 7 de junio en el parque El Golfito, del barrio Modelia en Bogotá, durante un mitin político donde fue víctima de un ataque sicarial perpetrado a plena luz del día.
Como resultado, el congresista permaneció más de dos meses en estado crítico hasta su fallecimiento. El análisis de más de mil videos recopilados de cámaras de seguridad y de asistentes al acto, material que hoy está en poder de la Fiscalía, da cuenta de la ausencia de medidas de contención y control de la multitud en el parque durante la reunión.
Augusto Rodríguez, al frente de la UNP, reconoció que el día del ataque ocurrieron fallos en la coordinación del esquema: “Hubo una descoordinación del esquema”.
A la vez, defendió las acciones previas de la entidad: “Hemos revisado todos los procesos. Encontramos que cumplimos con todo lo que tiene que ver con el cubrimiento de las personas que tenían que estar bajo la vigilancia de la Unidad Nacional de Protección. Igualmente que tuvieran el equipo, los vehículos adecuados, armamento y munición en correcto funcionamiento”.
El funcionario insistió en que “se cumplieron todos los protocolos”, atribuyendo los hechos a “lamentables coincidencias” y a un error en la distribución del personal asignado.
Ese sábado, el esquema que protegía a Uribe Turbay estaba conformado por solo tres hombres, de los cuales dos eran policías.
A lo largo de la jornada, el senador fue visto en varias ocasiones solo o acompañado únicamente por un escolta, siguiendo con sus actividades proselitistas.
Rodríguez explicó que parte del equipo de seguridad no estuvo presente debido al cansancio y situaciones familiares: “Había unas personas que estaban trasnochadas del día anterior, lamentablemente, y otras que se quedaron cuidando a su núcleo familiar”.