La noticia sobre el reclamo de soberanía del pueblo de Annobón -y de que la Argentina respalde esto- recorrió el mundo y llamó la atención de la comunidad política nacional. La isla, que desde 2022 exige su independencia de Guinea Ecuatorial, busca aquí, al que considera un “país hermano”, la posibilidad de ser reconocida como territorio libre y así superar la profunda crisis humanitaria que atraviesa.
Aunque no pretende ser anexada, su “primer ministro”, Orlando Cartagena Lagar, de 59 años y exiliado en España, expresó en diálogo con LA NACION su interés en que el gobierno de Javier Milei y el Congreso de la Nación consideren su reclamo de convertirse en un Estado asociado, sin que eso implique la pérdida de sus libertades. Busca que el mandatario argentino apoye su denuncia contra los abusos que el ejército de Guinea Ecuatorial comete contra la población isleña.
Según el testimonio del dirigente, quien ya visitó nuestro país y mantuvo contacto con legisladores y universidades, en Annobón no hay acceso a agua potable, alimentos ni buena educación. Las personas que viven allí padecen la crueldad del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien, tras la incipiente declaración de independencia de los isleños, habría volcado su ira contra ellos.
Cómo es Annobón, la isla que quiere el apoyo argentino
Aunque parezca descabellado, existe una línea histórica que vincula a Annobón con nuestro país, y se remonta al Virreinato del Río de la Plata, cuando España dominaba gran parte de América. En aquel entonces, la actual Guinea Ecuatorial había pasado del control de Portugal al de la corona borbónica, en el siglo XVIII. Es en ese contexto histórico que Cartagena Lagar fundamenta su pedido de ayuda para socorrer al pueblo annobonés.
Annobón se encuentra en el océano Atlántico, a más de 6.000 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Es un territorio de origen volcánico, ubicado en el golfo de Guinea, sobre la costa occidental de África. Apenas tiene 17 kilómetros cuadrados y cuenta con unos 2.000 habitantes efectivos, mientras que otros 20.000 permanecerían en el exilio. Allí se habla español, portugués y la lengua nativa, el Fa d’Ambo.
Su clima es tropical y posee un gran potencial pesquero gracias a su acceso directo al océano. Además, tiene un terreno fértil donde se planta café y tabaco. Tiene ríos internos con agua potable y el punto más alto posee una altura aproximada de 500 metros sobre el nivel del mar. En cuanto a razones geoestratégicas, su ubicación es importante en el flujo oceánico entre Europa y el sur de África.
La ciudad más poblada y capital es San Antonio de Palé. En el siglo XV fue ocupada por los portugueses y, durante varias décadas, funcionó como punto de escala en la comercialización de esclavos hacia América. Dos años después de la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1778, Annobón pasó a formar parte del Imperio español, aunque nunca tuvo un vínculo político efectivo con esa colonia.
Actualmente, como parte del golfo de Guinea Ecuatorial, la isla está bajo un régimen que, desde 2021, reprimió a la población de la etnia fang. Según denuncia su primer ministro autoproclamado —quien huyó de la cárcel y se refugió en Barcelona—, se trataría de un intento de erradicar su cultura.
En marzo de 2024, una delegación del autoproclamado gobierno de la República de Annobón se incorporó formalmente a la Organización de Naciones y Pueblos No Representados (UNPO), con el objetivo de obtener reconocimiento internacional como país independiente. Este es, por ahora, el único organismo internacional del que forma parte, pero busca el apoyo de más naciones para que se respete su estatus. Por ello, recurrió al argumento de una unidad histórica con la Argentina, con el fin de encontrar un camino hacia su verdadera libertad.