El Court Philippe Chatrier vivió un día único e irrepetible este domingo cuando se homenajeó a Rafael Nadal, el extenista que consiguió 14 títulos en el polvo de ladrillo de Roland Garros.
Nadal, que se retiró en noviembre de 2024, disputó 116 partidos en el torneo francés y perdió en tan solo cuatro oportunidades, agigantando así la leyenda.
Luego de unas sentidas palabras al público, que lo aplaudió de pie en cada una de sus menciones, el mallorquín se dirigió a una sala que antecede a la cancha principal, donde su hijo, Rafael Nadal Jr., interactuó con Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray, tres tenistas que marcaron una era.
A pesar de la presencia de Murray, los focos de las cámaras apuntaron a la interacción entre el pequeño con Federer y Djokovic, quienes junto a Nadal, mantuvieron una fuerte rivalidad durante 15 años y compartió el liderazgo del ránking de la ATP.
Uno de los tantos videos que recorrieron las redes sociales mostraron al pequeño a upa de su padre, en un detalle que remarcó el rol paternal de Rafael Nadal.
En otro fragmento del video, Nadal le presenta a cada uno de los presentes al niño y este, lejos de avergonzarse, le chocó la mano tanto a Murray, Djokovic y Federer, en un momento que guardará para toda su vida y del cual tomará dimensión cuando sea adulto.
La emoción a flor de piel de Nadal en su homenaje
Como pocas veces se vio en público, Rafael Nadal se quebró en llanto al recordar toda su carrera, en especial su participación en el Roland Garros, donde consiguió 14 títulos.
“No soy una persona que acostumbre a hablar mucho de mí, de lo que conseguí. Siempre volví a casa y traté de actuar de manera normal, sin mencionar si las cosas habían andado bien o mal, ni mucho menos hacerle creer a mi hijo que su padre era un fenómeno”, se sinceró Nadal ante un estadio lleno.
Y agregó: “He sido un deportista importante dentro de la historia, evidentemente, no hace falta ser humilde en eso, los números y los resultados son evidentes, pero más allá de eso no tengo ningún interés que mi hijo me vea como tal”.
Ante la presencia de Roger Federer, Novak Djokovic, Andy Murray y otros tenistas que marcaron su historia como jugador, Nadal se apartó de la escena y habló de la rivalidad establecida: “El encuentro con Roger, Novak y Andy ha sido una manera de entender el deporte y la vida. Es un mensaje positivo. Que queramos ganarnos con toda nuestras fuerzas y exigencia pero sin necesidad de odiar al rival. Esta es la cuestión. No hay necesidad de odiar al rival y sentir que querés ganarle. Es el legado, más allá de los resultados”.
“Aprendí mucho más con las victorias que con las derrotas. Siempre fui lo suficiente autocrítico conmigo mismo para que mis victorias me ayudaran a leer todas las cosas que necesitaba mejorar; no necesitaba perder para darme cuenta qué es lo que tenía que cambiar”, aclaró, entre otras frases que resonaron en el Court Philippe Chatrier.