Son tres horas, 47 minutos y 58 segundos de grabación. Se trata de la filmación donde Patricio Ferrari, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, presentó las irrefutables pruebas que confirmaron el vínculo de la suspendida jueza Julieta Makintach con la producción del documental Justicia Divina, producción audiovisual sobre el juicio donde se intentaba develar si hubo responsabilidades penales por la muerte de Diego Maradona. Tras el escándalo, el debate se declaró nulo.
En la filmación, que fue incorporada al expediente donde los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo investigan si la jueza Makintach cometió algún delito, no solo se registró la contundente presentación del Ministerio Público, también se puede observar cómo la magistrada bajo sospecha negaba su vínculo con el documental a pesar de las irrefutables prueba exhibidas, como el guion, el tráiler y los gastos realizados del documental Justicia Divina.
En la filmación, a la que tuvo acceso LA NACION, se reproduce el momento en que Ferrari afirmó: “Esto no es nada personal, la conozco [a la jueza Makintach] desde hace más de 20 años. No es fácil recusar a un juez, he quedado asombrado, no encuentro palabras para describir. Nos mintió en la cara durante tres meses”. Luego hizo que se reprodujera en la sala de audiencias el tráiler del documental.
Todo sucedió en la audiencia del martes pasado. Antes de que el representante del Ministerio Público Fiscal presentara las pruebas que habían conseguido sus colegas Asprella, Chaieb y Amallo, Makintach había dicho: “No voy a dar lugar a la nulidad de este debate, porque no se lo merece, no hay sospecha de imparcialidad. Nadie puede decirme que tengo inclinación en la balanza de la Justicia para ninguna de las partes. Ni mi almohada sabe lo que voy a decidir, no lo saben mi marido, mis hijos. Más allá de este escarnio mediático, se metieron en mi vida de una manera inusitada. El escarnio mediático fue tremendo. No hay sospecha de falta de neutralidad”.
En la filmación también se ve el momento en que el abogado Rodolfo Baqué, quien había comenzado el juicio como codefensor del enfermero Ricardo Almirón, uno de los siete acusados, pero fue apartado en la segunda audiencia, le gritó a Makintach: “Basura”.
Tras presentar las pruebas, el fiscal Ferrari afirmó: “No sé qué pensar, no sé qué decir, esto fue un reality, una sobreactuación permanente de la doctora Makintach, que en todo momento oficio de actriz y no de jueza”, criticó Ferrari tras mostrar a las partes y al tribunal las pruebas que se habían obtenido sobre la participación de la magistrada en ese documental.
La investigación sobre el documental y la participación de la jueza Makintach había comenzado tras una denuncia hecha por los abogados Fernando Burlando y Mario Baudry, representantes, respectivamente, de Dalma y Gianinna Maradona y de Verónica Ojeda, la madre de Diego Fernando, el hijo menor del astro fallecido el 25 de noviembre de 2020.
En su presentación, ante la sorpresa de todos los presentes en la sala de audiencias, el fiscal Ferrari reveló no solo el nombre del documental, también contó que la producción audiovisual, con al participacón estelar de Makintach, iba a tener seis capítulos de media hora cada uno.
El primero de los capítulos se iba a llamar La Justicia y los lugares. La filmación comienza con “la magistrada del escándalo” ingresando en el edificio de Tribunales de San Isidro, en Ituzaingó 340.
Las imágenes habrían sido tomadas el domingo 9 de marzo pasado, 48 horas antes de que comenzara el juicio que intentaba develar si hay responsabilidades penales por la muerte de Maradona. El debate está herido de muerte.
Después continúa con el audio de la llamada al número de emergencias 911 donde, el 25 de noviembre de 2020, se solicitó una ambulancia para el barrio privado San Andrés, en Benavídez, Tigre. La asistencia médica era solicitada para Maradona. Fue el día de su muerte.
En la filmación de la audiencia clave, también se registró las palabras de los otros dos integrantes del tribunal, los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso.
Savarino sostuvo: “Fuimos filmados por un cámara oculta. Escuché falsedades de mí y de mi colega [por Verónica Di Tommaso]. No tenemos nada que ver con la filmación, con el documental. No voy a permitir que nadie me denuncie falsamente. Di Tommaso y yo integramos un mismo tribunal [el TOC N°3]. Hace cinco años que nos falta un juez. Makintach integra otro tribunal, el Tribunal Oral en lo Criminal N°2. No tenemos nada que ver con la filmación. Es una infamia decir que yo sabía, que vi a alguien grabando en la primera audiencia. Tengo una carrera de esfuerzo, que empezó como meritorio”. El presidente del tribunal reiteró: “Di Tommaso y yo no tenemos que ver con ningún documental”.
A su turno, su colega afirmó: “Quiero y cuido mucho mi trabajo. No puedo quedarme callada. Uno espera que del trabajo de uno no hablen o cuando dicen algo lo ponderen. Cuando escucho que mi apellido está vinculado a escándalo, engaño, sospecha, ego, papelón, vergüenza. Que mi apellido esté cerca de esas palabras no lo merezco. Yo soy la primera profesional de mi familia. Mis padres hicieron un esfuerzo gigante para que yo fuera a la universidad pública. No soy hija de ningún funcionario, no soy hija de nadie, sobrina de nadie”. Fue una clara alusión a Makintach, hija de un histórico juez.
Antes de tomar la palabra para fijar sus posiciones, esos magistrados ya habían mostrado que estaban a pocos minutos de dejar de compartir el tribunal con su colega. Eso quedó en evidencia mientras se transmitía el tráiler del documental, Justicia Divina, frente a las partes, los acusados, familiares de Maradona y los periodistas acreditados para cubrir el juicio.
En ese momento, Makintach se tomaba la cabeza. En la sala reinaba el estupor. Todos estaban viendo las imágenes de una serie en proceso.