Un conjunto de videos de YouTube que mostraban supuestos goles de Lionel Messi y partidos relevantes del Mundial de Clubes obtuvo más de 14 millones de vistas en apenas dos semanas. El problema: los partidos aún no se habían jugado. Según reveló una investigación de The Guardian en conjunto con Indicator, detrás de estos contenidos estaban tres creadores de contenido egipcios que montaron un esquema de desinformación digital altamente exitoso para engañar al algoritmo de Google y monetizar masivamente videos falsos.
El método era astuto. Los youtubers publicaban resúmenes “destacados” de partidos de fútbol 24 a 48 horas antes de que ocurrieran. Usaban clips de partidos antiguos, cambiaban los nombres de los equipos y usaban títulos sensacionalistas para llamar la atención. En algunos casos, incluso los relatores de los videos mezclaban nombres incorrectos de jugadores —como llamar Martin Dúbravka al arquero de Juventus— o mostrar al técnico Pep Guardiola con ropa invernal en pleno verano estadounidense.
Juani Belbis, director de Betta Lab y docente de ciencia de datos en la UBA y la Austral, explicó a LA NACION que la estrategia de los egipcios se daba en un vacío de tokens. Esto se refiere a una “laguna” de contenidos que tienen las plataformas como Google o YouTube en relación a una búsqueda. Las páginas siempre van a querer buscar contenido relevente, pero también novedoso. “Fue bastante ingenioso y lógico. Ellos no tenían competencia porque todavía no había videos reales del partido”, comentó el profesor. “Eso hacía que cualquiera que busque vaya ahí”, agregó.
Antes de que se jugara el partido, el “resumen” del Manchester City contra Juventus tenía alrededor de 700.000 mil visitas. Generalmente, los contenidos estaban enfocados en retratar el resumen de los grandes equipos de fútbol como los mencionados. También, tomaban a diferentes personalidades para llamar la atención y aumentar las visitas. Por ejemplo, en uno prometían el increíble triplete de Lionel Messi en el partido contra Palmeiras, donde el equipo norteamericano salía ganando por cinco goles. El partido real terminó empatado 2 a 2. Pero el video tuvo miles de visitas.
Los videos, que muchas veces aparecían en los primeros puestos de búsqueda tanto en YouTube como en Google, eran subidos desde cuentas verificadas con cientos de miles de suscriptores. La estrategia apuntaba a capitalizar el interés global por el torneo y a explotar la escasa oferta de contenido antes de los partidos reales. El Mundial de Clubes, una nueva competencia organizada por la FIFA, reúne a 32 equipos de distintas partes del mundo y despertó un fuerte interés online, incluso por encima de noticias de alto impacto internacional, según el reporte británico.
El caso expone una falla significativa en los sistemas de moderación de contenido de las plataformas. Las cuentas que difundieron los videos lograron mantenerse activas durante semanas, a pesar de sus prácticas engañosas, y además generaban ingresos a través de publicidades de marcas reconocidas y hasta anuncios relacionados con el propio torneo. Algunos de estos avisos incluso estaban protagonizados por figuras conocidas generadas con inteligencia artificial, como una versión sintética de Oprah Winfrey.
“A medida que la inteligencia artificial y los algoritmos avancen, estos son problemas van a suceder”, explicó Belbis. El especialista comentó que en cuanto YouTube y otras plataformas mejoren sus herramientas de posicionamiento y moderación automático, van a existir personas que quieran manipular ese tipo de esquemas con herramientas más potentes. “Hecha la ley, hecha la trampa”, dijo.
Una vez que los partidos se disputaban, los creadores cambiaban el título del video para coincidir con el resultado real y luego eliminaban la parte del resumen falso, dejando solo un fragmento final en el que aparecían jugando videojuegos. Esta técnica les permitía mantener la monetización y sortear las políticas de moderación de YouTube. Consultada por The Guardian, la empresa de videos confirmó que eliminó los canales involucrados por violar sus políticas contra el spam y el contenido engañoso. Sin embargo, hasta ayer, algunos de los videos aún seguían disponibles en la plataforma.
Además, según el especialista, el hecho de que los deepfakes sean cada vez menos reconocibles como un contenido falso, complica a los sistemas automatizados de moderación y posicionamiento a la hora de descartarlos. “Hay pocas cosas que se pueden hacer realmente”, aseguró. “Tiene que haber una estrategia específica pensada para cada evento deportivo y que ponga restricciones de los contenidos. No es tan simple”, dijo.
Es evidente cómo un pequeño grupo de creadores puede manipular el ecosistema digital para obtener rédito económico, desinformar a millones y sortear los sistemas de control de empresas como Google. Aunque el engaño puede parecer inofensivo —no se trató de deepfakes como el de Mauricio Macri—, expertos advierten que estas tácticas podrían ser usadas en el futuro con fines más peligrosos, aprovechando la capacidad de modificar videos en tiempo real y el poder de las plataformas para amplificar contenidos virales.