
La Escuela Primaria Nº80 del barrio Savoia, en City Bell, La Plata, se vio envuelta en un episodio de violencia que involucró a estudiantes y docentes. El hecho ocurrió el miércoles por la mañana, cuando una pelea entre alumnos de quinto grado se desató al momento de la salida del establecimiento, ubicado en 7 bis entre 474 y 475. El conflicto no solo afectó a los estudiantes implicados, sino que terminó alcanzando al personal del colegio que intentó intervenir para separar al grupo.
De acuerdo con la información oficial, el personal de la dependencia policial se trasladó al lugar tras la solicitud de la inspectora, identificada como V.R., quien relató la secuencia de los acontecimientos. La directiva indicó que dos maestras, al tratar de frenar la pelea, recibieron golpes y rasguños.
A pesar de lo ocurrido, las docentes optaron por no radicar una denuncia, pero sí gestionaron licencia laboral a través de la ART.
Como respuesta inmediata al incidente, las autoridades escolares decidieron suspender las clases durante el jueves, medida comunicada a toda la comunidad educativa. Desde la escuela se pidió además presencia policial en la entrada y la salida del establecimiento, y durante esa jornada pudo verse un patrullero apostado frente al edificio para resguardar la seguridad.
La actividad académica se prevé normal para el viernes, con la advertencia de que se ampliará la información si surgen novedades.
La intervención policial y la suspensión de clases marcan una respuesta institucional ante una situación que impactó a alumnos y personal docente en un contexto escolar.
El antecedente cercano de violencia escolar
Hace algunos días, un episodio violento alteró la rutina habitual del Colegio Normal 2 de La Plata, involucrando a varios estudiantes y a un joven que no pertenece a la institución, lo que resultó en lesiones para una preceptora.
Posteriormente, circularon videos donde se aprecia el momento exacto en que la situación se sale de control: se observa a un grupo de alumnos y al joven ajeno en una pelea con golpes y patadas, mientras una preceptora intenta frenarlos.
El conflicto se originó dentro del patio techado del establecimiento. Allí, una discusión entre jóvenes escaló rápidamente hasta derivar en violencia física. Participaron, entre otros, un estudiante de sexto año y un joven que había sido expulsado previamente de la escuela y vestía una campera blanca. Según los relatos recogidos, este último intentó retirarse del lugar, pero otro joven sin remera lo interceptó de manera agresiva.
La pelea aumentó en intensidad cuando más alumnos se vieron involucrados. En ese momento, una preceptora, reconocible por una camisola marrón, intervino tratando de separarlos. Al sujetar el brazo de uno de los jóvenes, la fuerza de otro la empujó al suelo, produciéndole una caída que le causó un corte visible en la frente.
Ante los hechos, los docentes llamaron a la policía y solicitaron una respuesta institucional inmediata. No obstante, según la información recabada por Infobae, no se registró ninguna denuncia formal ante la Policía sobre el conflicto.
Dentro de ese marco, Mónica, preceptora del colegio, cuestionó los mecanismos actuales de sanción a los estudiantes y cómo estos han cambiado con el tiempo: “Antes había amonestaciones y sanciones, pero ahora los chicos pueden hacer lo que quieren, pueden romper lo que sea y nosotros tenemos que quedarnos de brazos cruzados”.
Antes de entrar al colegio el día del incidente, Mónica relató que todo comenzó el martes por la mañana, cuando uno de los alumnos rompió un palo de escoba. “Ahí buscó a uno de sexto y se originó todo”, relató.
Entre los implicados estaban un estudiante de sexto año y el joven que había sido expulsado. Sobre este último, la preceptora detalló: “Él ingresó porque estaba el portero. Siempre la puerta está abierta al principio de la mañana. (El conflicto) empezó desde que ingresó él, empezó a dar vueltas por todos lados y los chicos lo siguen mucho”.
“No tuve explicaciones porque yo puse en el grupo de nuestra institución ‘está dando vueltas, hagan algo. ¿Están esperando una tragedia?’. Eso lo puse a las ocho y cuarenta. Y después pasó”, aseguró la preceptora refiriéndose al ingreso del exalumno.
También confirmó que el joven fue expulsado el año anterior por ausencias en clase y por “buscar conflictos”. Añadió que entre noviembre y diciembre acudieron inspectores escolares “para apoyar y ver la situación”, pero no se detectaron soluciones.
En cuanto a las nuevas medidas de seguridad para la escuela, Mónica señaló: “Solamente dijeron que iba a haber una policía afuera y que después que iba a haber charlas de convivencia. Me siento desamparada ante todo, nadie te ayuda”.
Antes de ingresar a su puesto, Mónica expresó: “No quiero entrar porque me da tanta tristeza lo que está pasando como institución; y no es solamente esta escuela, es la mayoría de las escuelas que están pasando con esta situación. Y me da bronca, porque uno viene a trabajar, quiere trabajar y así no se puede estar, con miedo constantemente”.
