“Crear un hogar requiere de un gran ejercicio de escucha. La nombramos en conjunto ‘Casita Hedonista’ por todos los pedidos especiales que nos hacía Carla, la dueña de casa”, nos contaron Fabrizio Pugliese y Felicitas Navia, de Ohio Estudio, arquitectos detrás del diseño del hogar de la actriz y escritora Carla Quevedo.
“Con Felicitas hicimos equipo especialmente para este proyecto, una experiencia verdaderamente singular. Con Carla hubo una dinámica que nos entusiasmó desde el principio. Al margen de hablar de la casa, teníamos charlas sobre arte; en una de ellas nos contó que admiraba profundamente al artista pop inglés David Hockney y que imaginaba ese mood para su casa”, comparte Pugliese.
“Decidimos dejar a la vista las paredes de ladrillo del PH de 1939 y diseñar una estructura tubular de metal para resolver los nuevos metros cuadrados. Esa estructura se posó sobre la planta existente y para lograr expandirnos un piso y medio más”.
Empecemos desde arriba
En la última planta, se diseñó un ambiente a la medida de Carla. Contiene, integrados, su cuarto, un baño en un volumen cilíndrico y el estudio con vistas a una pequeña terraza verde.
Inspirados por el color salmón del PH original, pintaron en una tonalidad similar todo este ambiente. “El blanco no me representa porque me considero una persona artísticamente estimulada”, dice Carla para explicar su decisión.
“Sentí que realmente se interesaron en conocerme. Todo era ‘muy yo’ y tal cual lo había soñado. Entendieron mis necesidades, mis pedidos puntuales, mi mundo, la energía y los colores que buscaba. Yo tenía ideas claras, pero no sabía cómo se podían traducir a una casa y ellos lo plasmaron perfecto en la arquitectura. Fue muy lindo todo el proceso”, contó Carla.
La geometría en la casa no es algo casual: se repite en los ventanales, en la claraboya y hasta en el baño cilíndrico ubicado en el corazón del cuarto principal.
“El proyecto simbolizó la constatación de la secuencia de soñar, proyectar y construir un hogar”.
Fabrizio Pugliese, arquitecto a cargo del proyecto
Como en las obras de David Hockney, la ‘Casita Hedonista’ pareciera estar inserta en una atmósfera de verano eterno, con colores vibrantes y espacios luminosos, alegres y relajados.
Espacio creativo
Como Carla escribe novelas, su estudio se convirtió en la parte más pensada de la casa, ya que es el lugar donde pasa la mayor parte de su tiempo. “Cuando viví en Los Ángeles, reciclaba muchos muebles. De hecho, mi escritorio de acá es una copia de uno que encontré en la calle”.
El dormitorio
“Para mí, el cuarto es un lugar de ‘higiene del sueño’. No lo quería muy grande; simplemente, un espacio donde voy a dormir y nada más. Me gusta la sensación de de ‘nido’, de sentirme arropada y que tuviese la posibilidad de oscurecerse completamente para el descanso”.
“Desde un primer momento, entendimos el mundo de Carla y tuvimos que crear una ‘cáscara’ que pudiera contenerlo”.
Arq. Felicitas Navia, de Ohio Estudio
El encuentro
“La estrella de esta casa, sin dudas, es el conversation pit del living. Quería un espacio que invitara a descender, donde uno pudiese ‘hundirse’ en la conversación”, resume Carla. Aunque se hicieron populares en los 70, este espacio arquitectónico es originario de la antigua de Grecia y Roma, donde eran usados como lugares de reunión social en los espacios centrales de las viviendas más importantes.
Cuestión de color
“Al inicio del proyecto, les mandé a los arquitectos el cuadro ‘Suite Misionera’ de Alejo Musich y les dije que esa iba a ser la paleta de color para toda la obra“, contó Carla.
“La casa, que pareciera tener muchos colores y texturas, tiene cierta armonía que permite que todo el tiempo aparezca la novedad y siga funcionando. El trabajo con la paleta no termina cuando pintás una pared de celeste, por ejemplo, implica entender cómo el color y la textura se van distribuyendo por toda la vivienda”, reflexiona Felicitas Navia.
“Los espacios que habitamos tienen que estar en sintonía con quienes somos. Esta casa es una oda al placer y yo busco vivir en ese hedonismo”.
Carla Quevedo, dueña de casa
La cocina
“Este ambiente era importante para mí. Me encanta cocinar y que me acompañen mientras lo hago. Si recibo invitados, no quiero quedar excluida, por eso no está cerrada y cuenta con una isla”.
El exterior
“El paisajismo lo hice con ayuda de Victoria Codon que trabaja con plantas nativas. La idea era corrernos de lo común y trabajar con nuestro ecosistema para que el jardín pueda ser habitado también por polinizadores. Una de las plantas nativas, la Asclepia, es la casa de la mariposa monarca”.
Para la pileta, se optó por un diseño que le permitiese a Carla ‘nadar sus largos’ y que terminase en una suerte de ‘espejo de agua’ con un jacuzzi al fondo.
Algo no menor es que todos los domingos hay asado familiar en lo de Carla, así que fue clave que la casa pudiese “alojar esa sociabilidad” con una parrilla en el jardín.
“La ampliación y remodelación del PH significó volver a encontrar belleza allí, a emocionarse con ese lugar y su historia”.
Fabrizio Pugliese, arquitecto