Leandro Paredes volvió a Boca Jrs. y fue recibido, obviamente, con una ovación en la Bombonera. Los “bosteros” están (estamos) felices y él dijo estar agradecido con su familia y con el club que lo vio nacer.
No hay dudas: para el club y sus fanáticos, una gran noticia. Para el fútbol argentino, también. Y lo mismo para ARCA.
El regreso de Paredes al país se suma a la novedad de la llegada de Di María. Dos grandes que regresan a los clubes de sus amores, como en su momento, lo hicieron Maradona (1995), Palermo (2004), Riquelme (2007) y Tévez (2015), entre tantos otros. Y, aunque muchos se olvidan, o quizás lo minimizan, estos cambios traen consecuencias que van más allá de las estrictamente deportivas.
Siendo ello así, aprovecho esta noticia para recordarles lo siguiente:
- Un individuo con nacionalidad argentina que regresa al país después de haber vivido en el exterior recupera su condición de pagador de impuestos local apenas vuelve a tener su centro de intereses vitales en el país (vivienda habitual, hijos menores en escuelas, trabajo en relación de dependencia presencial, etc.) o pasa más de seis meses, de manera continua o alternada, en el territorio argentino.
- Mientras que la pérdida de la residencia fiscal argentina no es automática, su recuperación sí lo es, y no depende, por lo tanto, de ningún trámite o comunicación a las autoridades fiscales.
- En términos prácticos, esto implica que Paredes no solamente va a pagar el impuesto a las ganancias en Argentina por cualquier ingreso que tenga, ya sea en el país o en el exterior, -pudiendo darse, obviamente, el caso de doble tributación- sino que, además, va a pagar Bienes Personales sobre todos sus activos, ya sea que se encuentren en Francia, Italia, Estados Unidos o Argentina.
La conclusión, o el comentario, una vez más, tiene que ver con que espero que Leo Paredes, sus managers y asesores legales y financieros hayan preparado adecuadamente esta movida. Y no desde ayer o desde antes de ayer, sino desde hace algún tiempo.
Espero, también, que hayan modificado la estructura legal patrimonial del jugador, para adaptarla a la nueva situación que se crea con su mudanza a Argentina. Hay muchas opciones -dentro de la ley- para hacer más eficientes los patrimonios, que podrían haberse utilizado y que, ojalá, haya sido así.
¿Todo esto para qué? Para que Leo Paredes pueda concentrarse en disfrutar de esta nueva etapa en el club que lo vio nacer y para que su familia pueda estar tranquila en Argentina sin tener que lidiar con autoridades fiscales locales de forma desmedida.
Como siempre les digo: estas decisiones traen consecuencias y, lo mejor que se puede hacer, esanticiparse y planificar.