Wanda Nara dijo presente en el programa Ferné con Grego, emitido por Telefe y conducido por Grego Rosello. La empresaria compartió detalles inéditos sobre sus relaciones y separaciones con Maxi López, Mauro Icardi y L-Gante, revelando anécdotas de regalos, propuestas y el impacto que le dejaron estas experiencias. En especial, la que vivió a finales de junio en el Chateau Libertador con el padre de sus hijas.
Durante la conversación con el presentador, repasó los inicios de sus vínculos sentimentales y los gestos con los que sus exparejas intentaron conquistarla. Recordó que, hace dos décadas, Maxi López, entonces futbolista de River Plate, se preparaba para mudarse a Europa y le propuso mantener el contacto por videollamada. Ante la confesión de Nara de que no tenía computadora, el jugador le obsequió una MacBook rosa, un gesto que marcó el comienzo de su relación. Con el tiempo, él le regaló un auto McLaren, aunque Nara admitió entre risas que su primera reacción fue preguntar a nombre de quién estaba el vehículo.
La relación con Mauro Icardi también estuvo marcada por gestos significativos. Según relató la conductora en la entrevista, el futbolista remodeló parte de su casa y adquirió cunas para sus hijos pequeños, en un intento de fortalecer el vínculo familiar.
Las rupturas, sin embargo, no estuvieron exentas de momentos intensos. También relató que, tras finalizar su relación con López, él le sugirió “busquemos la nena”, en referencia a la posibilidad de tener una hija juntos. Más adelante, cuando la relación con Icardi llegó a su fin y ella debió llamar a la policía para desalojarlo de la casa de Santa Bárbara, en Nordelta, el futbolista le pidió “busquemos el varón”, insinuando el deseo de tener un hijo varón. En el caso de L-Gante, la última conversación que mantuvieron incluyó una propuesta de casamiento por parte del cantante.
El impacto emocional de estas separaciones llevó a la conductora a buscar ayuda profesional. La empresaria confesó que le resultó difícil dejar atrás sus vínculos y que la culpa la acompañó durante mucho tiempo. “Soy muy culposa, me cuesta mucho dejar. Cuando terminé con Maxi, fui a terapia… Zaira me presentó su psicóloga de toda la vida porque necesitaba a alguien de confianza”, relató. La mala relación posterior con López le generó un dolor persistente, y reconoció que no sabe manejar los finales, lo que la llevó a repetir ciertos patrones en sus relaciones.
Durante la entrevista, profundizó en la dinámica de sus parejas y la falta de espacio personal que experimentó. Explicó que, durante los 12 años que compartió con su último marido, Mauro Icardi, nunca tuvo la oportunidad de disfrutar de actividades independientes, como una cena con amigos o un partido de tenis con familiares. “Nunca, en doce años”, subrayó. Esta ausencia de independencia la llevó a organizar planes constantemente, incluso inventando excusas para poder estar sola. “Era una organizadora de planes serial. Era como que yo necesitaba escaparme”, confesó, añadiendo que en ocasiones salía a dar vueltas en el auto solo para tener un momento para sí misma.
Grego Rosello y el humorista del segmento, Imanol Rodríguez, reaccionaron con sorpresa y empatía ante las revelaciones de Wanda. El conductor destacó el magnetismo que parece ejercer sobre sus parejas, mientras que Rodríguez bromeó sobre las estrategias que la empresaria utilizaba para encontrar tiempo a solas.
A pesar de las experiencias intensas y los vínculos profundos que mantuvo, Wanda Nara expresó que hoy valora la posibilidad de compartir su vida con alguien que no dependa exclusivamente de ella. Su deseo de encontrar una relación en la que ambos miembros conserven su individualidad y espacio personal explica, en parte, su decisión de permanecer soltera en la actualidad.