Estados Unidos y Corea del Sur han iniciado este lunes sus segundos ejercicios anuales a gran escala, que desde Corea del Norte ya advirtieron hace unos días de que son una «provocación» ante la cual se reservan su derecho a la «autodefensa».
Conocidos como Escudo Libertad Ulchi, estas maniobras se prolongarán durante once días y contará con hasta 21.000 soldados desplegados, de los cuales 18.000 son surcoreanos, además de la movilización de unos 580.000 civiles durante cuatro días.
Las maniobras incluyen simulacros de defensa civil ante la posibilidad de ataques con drones, así como ciberataques, según recoge la agencia Yonhap.
Se trata de los segundos ejercicios militares de estas características después de los accidentados de marzo, en los que dos aviones de combate surcoreanos lanzaron ocho bombas sobre una zona civil, dejando ocho personas heridas, teniendo que paralizar aquellas maniobras durante algunos días.
Si bien desde Washington y Seúl han reiterado que son ejercicios de carácter defensivo, desde Pyongyang se consideran que forman parte del interés de su vecino y su principal de aliado de ahondar en una «confrontación militar» en la península.
La semana pasada, el ministro de Defensa de Corea del Norte, No Kwang Chol, advirtió de que responderían a estas «provocaciones» para preservar su seguridad.