El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) utiliza durante las deportaciones y detenciones de inmigrantes un polémico dispositivo de sujeción corporal que recibe fuertes críticas. Se trata del WRAP, conocido también como “la bolsa” o “el burrito”: fue diseñado originalmente para contener a personas que representan un riesgo físico para sí mismas o para otros y se convirtió en un elemento central en los procedimientos de esta agencia de Estados Unidos.
WRAP: cómo es el dispositivo de sujeción que el ICE usa para inmovilizar a migrantes
Según detalló AP, cinco personas afirmaron haber sido sometidas a este aparato de sujeción de color negro y amarillo durante vuelos de deportación desde la primera administración Donald Trump. En tanto, familiares y testigos en cuatro países denunciaron su uso en al menos otros siete migrantes este 2025.
Desde que se comenzaron a adquirir los WRAP en 2015, durante la presidencia de Barack Obama, el DHS pagó a Safe Restraints Inc., fabricante californiano del dispositivo, 268.523 dólares, cifra de la que aproximadamente el 91% corresponde a los dos gobiernos de Trump.
Las víctimas, en comunicación con AP, relataron que los oficiales del ICE los inmovilizaron con el WRAP a pesar de estar esposados. Esta práctica, según consideraron ellos mismos, se usaba para intimidarlos o castigarlos, por solicitar hablar con sus abogados o por expresar temor a ser deportados.
El ICE defiende el uso del WRAP: “Estándares legales establecidos”
Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, indicó: “El uso de restricciones en los detenidos durante vuelos de deportación ha sido una práctica prolongada, protocolo estándar del ICE y una medida esencial para garantizar la seguridad y el bienestar tanto de los detenidos como de los oficiales/agentes que los acompañan».
“Nuestras prácticas se alinean con las seguidas por otras autoridades relevantes y están totalmente en línea con los estándares legales establecidos”, enfatizó.
Relato en primera persona de una salvadoreña inmovilizado con el WRAP antes de su deportación a México
Juan Antonio Pineda, originario de El Salvador, se encontraba legalmente en EE.UU., según explicó en un video desde un centro de detención del ICE en Arizona. El 3 de septiembre, acudió a una cita en Maryland para solicitar una extensión de su permiso por un año y fue detenido por agentes de inmigración. Le informaron que sería deportado a México y luego fue trasladado a Florence Service Processing Center.
En la madrugada del miércoles 24 de septiembre, relató que los oficiales le ataron las manos y los pies, lo colocaron en el WRAP y lo llevaron durante cuatro horas hasta la frontera. Cuando se negó a firmar los papeles de deportación, aseguró que las autoridades le rompieron el brazo derecho y le golpearon el rostro antes de regresarlo otras cuatro horas en “la bolsa”.
Al día siguiente, volvió a ser atado y colocado en el dispositivo para un nuevo traslado a la frontera, donde las autoridades migratorias mexicanas lo rechazaron. “Ocho horas de ida y vuelta. No me dieron comida ni agua”, se quejó Pineda, que finalmente fue deportado a México.
De cárceles de California a vuelos de deportación: el WRAP y su uso en la inmovilización de detenidos
El WRAP se introdujo en las fuerzas del orden a finales de la década de 1990 como una alternativa al “hog-tie” (atar manos y pies), inicialmente en cárceles de California. En la actualidad, más de 1800 departamentos y centros lo utilizan. Su fabricante lleva vendidas más de 10.000 unidades.
En el caso de los vuelos de deportación, Charles Hammond, CEO de la empresa que produce el dispositivo, explicó que los oficiales deben garantizar que cualquier persona que represente un riesgo de confrontación permanezca contenida. Según explicó, cuando se usa correctamente, las correas se aflojan lo suficiente para que el individuo pueda comer, beber y usar el baño.
Por su parte, Fatma Marouf, profesora de Derecho en Texas A&M, afirmó: “Este debería ser un recurso de último extremo, después de haber intentado otras medidas. Estar atado así puede causar un daño psicológico significativo”.