
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha destacado este viernes que el nuevo préstamo de la UE por valor de 90.000 millones de euros «es una señal para Rusia de que no tiene sentido seguir luchando» y de que Ucrania cuenta con el respaldo económico suficiente para «no desmoronarse» en el frente.
Zelenski ha reaccionado así al nuevo paquete de ayuda anunciado durante la pasada noche en Bruselas, una alternativa para sufragar la reconstrucción del país tras la guerra, después de dejar fuera por ahora el ambicioso pero peliagudo plan de embargar los activos rusos congelados por las dificultades legales que conlleva.
«Es una victoria importante», ha enfatizado el presidente ucraniano durante una rueda de prensa en Varsovia junto a su homólogo polaco, Karol Nawrocki, en la que ha agradecido el esfuerzo a los líderes europeos para encontrar una solución que también trae consigo «una importante señal positiva para el pueblo ucraniano».
Zelenski ha destacado las estrechas relaciones que históricamente han mantenido ambos países y ha alertado de las intenciones de Rusia de enturbiar estos vínculos. «Busca la discordia, quiere destruir la unión de muchas generaciones (…) No permitiremos que lo hagan», ha afirmado, según informa la agencia Ukrinform.
FALTA DE PILOTOS
Zelenski ha aprovechado para agradecer a Polonia su predisposición a entregar una nueva remesa de aviones de combate MiG-29, un antiguo modelo soviético que ha ido llegando a los hangares ucranianos, principalmente también desde Eslovaquia, desde que comenzó esta fase de la guerra hace ahora casi cuatro años.
Si bien en las últimas fechas, las autoridades de Kiev han reclamado a sus socios la entrega de los más modernos F-16, lo cierto es que desde un principio el interés recayó en la aeronave soviética por su semejanza con los cazas de la Fuerza Aérea Ucraniana ya que eso facilitaba la labor de los pilotos.
«Cuando hay una guerra todos los días, escasean los pilotos y su entrenamiento lleva años», ha dicho Zelenski, quien ha explicado que la formación de en el manejo de los F-16 implica «tomar a un piloto experimentado y enviarlo al extranjero».
«La única diferencia entre los F-16 y los MiG-29 es que no perdemos a nuestros pilotos, pues ya están entrenados. Ese era el problema, no es la escasez de aviones, sino la escasez de pilotos», ha ahondado el presidente ucraniano.
A cambio, Polonia ha confirmado que solicitará sistemas de defensa antidrones por esta última transferencia de MiG-29. «Mi responsabilidad es velar por los intereses de los soldados polacos (…) buscamos una colaboración estratégica y simétrica. Este intercambio no contradice nuestras políticas», ha dicho Nawrocki.
